El jefe de ACNUR insta a Turquía a abrir su frontera a los desplazados sirios de Idlib y Alepo

Campamento de desplazados en la región de Idlib
Campamento de desplazados en la región de Idlib - Anas Alkharboutli/dpa
Publicado: jueves, 20 febrero 2020 13:08


MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, ha advertido de que las más de 900.000 personas desplazadas por la escalada de la violencia en el noroeste de Siria corren "grave peligro" y ha instado a Turquía a "ampliar las admisiones" en las fronteras con las regiones de Idlib y Alepo.

"Cada día que pasa, el llamamiento es más urgente. Miles de personas no deberían pagar el precio de una comunidad dividida, cuya incapacidad para encontrar una solución a esta crisis va a suponer una grave mancha para la conciencia colectiva", ha lamentado Grandi en un comunicado publicado este jueves.

Como ya hiciese esta semana el secretario general de la ONU, António Guterres, el máximo responsable de ACNUR ha abogado por un cese de las hostilidades con el objetivo último de "salvar vidas". Naciones Unidas estima que el 60 por ciento de los desplazados desde el 1 de diciembre, en el que es ya el mayor éxodo de toda la guerra, son niños.

Grandi ha subrayado que "en momentos de crisis" como este, se hace necesario también un llamamiento para que los países vecinos, "incluida Turquía", permitan la entrada de los desplazados, de tal forma que "las personas que corren peligro puedan llegar a una zona segura".

El jefe de ACNUR ha admitido que los países aledaños a Siria ya han asumido gran parte de la atención a los sirios que han huido de la violencia en estos últimos años al albergar a 5,6 milones de refugiados. Unos 3,6 millones están en Turquía.

Por este motivo, ha incidido en que "el apoyo internacional debe ser sostenido y elevado". De los 336 millones de dólares requeridos por la ONU para sufragar su plan de asistencia a la población, solo ha recibido hasta la fecha 100 millones, según la Oficina de Coordinación de Asistencia Humanitaria (OCHA).

Las organizaciones humanitarias, que temen por los efectos que las bajas temperaturas puedan provocar a los cientos de miles de desplazados, han reclamado un acceso sin trabas a las personas necesitadas. ACNUR quiere llevar ayuda básica a 275.000 personas y ofrecer cobijo a otras 84.000, mientras prepara ya material para atender a 2,1 millones de sirios.

"Como agencias humanitarias, intentamos salvar vidas, pero el espacio para estos trabajos se reduce. En vista del actual sufrimiento, la ayuda humanitaria por sí sola no puede ser la respuesta", ha alertado Grandi.