MADRID 20 May. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, ha mostrado este domingo su preocupación por los recientes informes sobre violencia y destrucción de propiedades en el estado birmano de Rajine, hogar de la minoría rohingya y situado en el oeste del país, donde los combates entre la junta militar y los rebeldes ha provocado un nuevo éxodo de la población durante los últimos meses.
"Estoy profundamente alarmado por los informes de violencia renovada y destrucción de propiedades en el municipio de Buthidaung, en el norte de la provincia birmana de Rajine, dando lugar al desplazamiento de decenas de miles de personas, la mayoría de ellas rohingyas", ha asegurado en un comunicado.
Asimismo, Turk ha advertido sobre las tensiones intercomunitarias entre las etnias rajine y rohingya, que se encuentran "a flor de piel" tras ser "avivadas activamente" por el Ejército, y que podría desembocar en "nuevos y atroces crímenes".
"Mientras tratamos de corroborar la información que indica graves violaciones, hago un llamamiento directo al Ejército de Birmania y al Ejército de Arakán (AA) para que pongan fin a los combates, protejan a los civiles, permitan el acceso inmediato y sin trabas de la ayuda humanitaria", ha añadido.
Turk también ha instado a las partes a cumplir "plena e incondicionalmente" con el Derecho Internacional y con las medidas impuestas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en referencia a la protección de los rohingya.
Por último, ha pedido a Bangladesh que vuelva a ofrecer protección a las "personas vulnerables que buscan seguridad" y a la comunidad internacional a que brinde todo el apoyo que necesitan los civiles.
Birmania lleva desde el 1 de febrero de 2021 bajo una nueva dictadura militar después de un golpe de Estado que ha acabado desencadenando un conflicto a gran escala en todo el país entre el Ejército y los numerosos grupos armados de oposición, contando a milicias históricas que defienden los intereses de los grupos étnicos y nuevas "organizaciones de autodefensa".
Aunque el interés estratégico del conflicto se está centrando actualmente en el este del país, especialmente en los pasos comerciales de las fronteras con China y Tailandia, Rajine lleva siendo desde noviembre escenario de nuevos combates desde la ruptura de un alto el fuego informal entre la Junta Militar y los grupos armados de la región.
Desde entonces, 15 de los 17 municipios de Rajine se han visto afectados por los combates, donde cientos de personas han muerto o han resultado heridos, y más de 300.000 personas han acabado desplazadas a la fuerza.