GINEBRA 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha pedido este viernes a Egipto y a otros países del norte de África y de Europa con información relevante que coordinen un proceso común para llevar ante los tribunales a los traficantes responsables del hundimiento de una embarcación en el Mediterráneo en el que murieron entre 300 y 500 inmigrantes y refugiados la semana pasada.
Al Hussein ha recordado a todos los países que deben "investigar estos atroces delitos" y "llevar a los responsables ante la Justicia", aunque ha incidido en que lo realmente importante es atajar el problema para "evitar que esto ocurra".
"Todos los países del Mediterráneo deben hacer un esfuerzo concertado para tomar medidas contra los traficantes que están explotando, simplemente por ganancias financieras, a uno de los grupos más vulnerables del planeta que arriesgan sus vidas prácticamente a diario", ha instado el alto comisionado.
Al Hussein ha calificado como "insensible" la actuación de los traficantes que hundieron el barco la semana pasada y ha pedido que no quede "impune". También ha destacado que este tipo de incidentes se producen en otras partes del mundo, como el Golfo de Aden, el océano Índico y el Caribe, y todos deberían ser castigados.
El comunicado del alto comisionado ha denunciado que cualquier Estado abriría una investigación "si las victimas fueran sus ciudadanos y fueran asesinados por grupos criminales en su propio territorio", pero que actúan de manera "menos rigurosa" cuando "las víctimas son extranjeras y el delito tiene lugar en alta mar". "Todavía muy poca gente que mata, viola o roba a los inmigrantes durante sus trayectos acaba en los tribunales", ha lamentado.
NUEVOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS
Al Hussein ha reconocido que la comunidad internacional se enfrenta a la complejidad de los modernos movimientos migratorios, aunque eso no es motivo para olvidar que "los inmigrantes tienen los mismos derechos que el resto de seres humanos", dice el comunicado.
"También necesitamos un esfuerzo renovado para encontrar la manera de gestionar a los refugiados y otros movimientos migratorios de una manera ordenada que reduzca la necesidad para la gente de los traficantes sin escrúpulos", ha asegurado el Alto Comisionado. "La Unión Europea, otros estados de destino, países de tránsito y países de origen deben hacer más para abordar el alcance de los factores que empujan a estas personas a los brazos de los traficantes", ha añadido.
Al Hussein ha subrayado que todos los países deben centrarse en solucionar los conflictos, la opresión política o las violaciones de los Derechos Humanos. "Estas causas en sus países de origen deben ser atajadas de manera concertada", ha dicho.
El alto comisionado también ha arremetido contra las políticas xenófobas que debilitan la acción de los gobiernos para abordar la situación y encontrar "soluciones reales". Además, ha solicitado a los distintos estados que no penalicen a los inmigrantes por llegar por rutas ilegales y que les protejan al llegar.
Según el Alto Comisionado, el grupo de solicitantes de asilo que más ha crecido en 2014 en Europa son sirios, lo que ha puesto de manifiesto la falta de determinación europea para intervenir en el país. A los sirios, les siguen en número los iraquíes y los eritreos, que escapan de regímenes opresores o reclutamientos forzados.
NAUFRAGIO EN MALTA
El alto comisionado se ha detenido en explicar el naufragio en el que murieron entre 300 y 500 personas frente a los costas de Malta. Los once supervivientes entrevistados por la Organización Internacional de la Migración (OIM) han contado que primero embarcaron en un bote en el puerto egipcio de Damietta y en un punto entre Malta y Grecia los traficantes, de origen palestino y egipcio, empezaron a golpear el bote.
El Alto Comisionado ha pedido a las autoridades maltesas, griegas e italianas que compartan información sobre la identidad de los traficantes con sus socias egipcias para iniciar una investigación cuanto antes. Según Al Hussein, cuesta creer que ni "las autoridades del puerto" ni "otros testigos" se dieran cuenta de la embarcación de un gran grupo de extranjeros apiñados en una balsa.