Alerta de la amenaza que suponen los grupos terroristas para Europa y el Sahel
MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El jefe de Estado interino de Libia, Agila Salé Issa Gwaider, ha afirmado este miércoles durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas que la única vía para poner fin al conflicto en el país es lograr un acuerdo sobre un Gobierno firme que tenga autoridad en todo el territorio.
"No hay nada que divida al pueblo libio. La gran mayoría busca cualquier medio para poner fin a la lucha injustificada entre hermanos y restaurar la seguridad en el país, pero son rehenes de grupos armados y no pueden expresar sus opiniones, ha lamentado.
"Cientos de miles de libios son refugiados o desplazados internos que intentan volver a sus hogares lo antes posible. Esto sólo se podrá lograr poniéndonos de acuerdo respecto a un Gobierno firme que cuente con la confianza de todos los libios y que imponga su autoridad en todo el territorio con el apoyo de la comunidad internacional", ha recalcado.
Así, ha recordado que la Cámara de Representantes --el Parlamento respaldado por la comunidad internacional-- "ha apoyado el diálogo como opción estratégica para resolver la crisis política y de seguridad en Libia".
"Sin embargo, hubo intransigencia en las posiciones y malas interpretaciones sobre la flexibilidad mostrada. Eso fue malinterpretado por Bernardino León, el representante especial de la Secretaría General, que intentó llevarnos al punto de inicio", ha manifestado.
En este sentido, ha recalcado que "no aceptará ninguna marcha atrás respecto a lo que ha sido aprobada por la mayoría", apuntando que "no se debe imponer ningún acuerdo sobre un futuro acuerdo que recompense a los que han cometido crímenes y tomado la capital por la fuerza de las armas".
AMENAZA DEL ESTADO ISLÁMICO
Por otra parte, Issa Gwaider ha alertado de la amenaza que supone el grupo yihadista Estado Islámico, señalando que "controla Derna y Sirte con la intención de usar estas ciudades como puntos de partida para establecer pleno control de Libia".
"Aparte de la explotación de los recursos libios para financiar una entidad extremista que rechaza el Estado nacional y lucha contra la democracia, esta entidad pretende aplicar esta ideología totalmente rechazada por el pueblo libio junto con sus autoridades legítimas", ha dicho.
"Estos grupos han sido y siguen siendo parte esencia de la alianza de milicias Amanecer de Libia, que se ha apoderado de la capital, Trípoli, y ha anunciado en repetidas ocasiones que seguirá apoyando a Ansar al Sharia en Benghazi, describiéndoles como revolucionarios", ha denunciado.
Así, ha explicado que "todos estos grupos terroristas no son más que instrumentos para aplicar políticas de países extranjeros que les proporcionan armas y municiones".
FIN DEL EMBARGO DE ARMAS
El jefe de Estado interino ha criticado además la continuación del embargo de armas instaurado por el Consejo de Seguridad de la ONU, explicando que esto impide armar al Ejército para que haga frente a los grupos terroristas.
"Los esfuerzos de las autoridades libias en la lucha contra el terrorismo se ven entorpecidos por los apoyos externos al terror y la continuidad del embargo (de armas)", ha dicho, lamentando que "algunos miembros del Consejo justifican esto para evitar el impacto negativo en el diálogo político libio".
"La amenaza del terrorismo no se limita a Libia. El terrorismo ve a Libia como una base rica en recursos que podrían explotar para sus operaciones en el norte de África, el Sahel y Europa", ha advertido.
Por ello, ha manifestado que "los miembros de la ONU debe ser conscientes de la grave de la postura del Consejo de Seguridad y deben presionar para que se elimine el embargo de armas al Ejército o haya una exención para que puedan entregar ayuda al Ejército".
CRISIS DE REFUGIADOS
Por último, ha tenido palabras para la crisis migratoria en el Mediterráneo, expresando su apoyo a los esfuerzos internacionales para reducir el flujo de la migración ilegal, pero recalcando que los mismos deben ceñirse a los principios de soberanía y no interferencia.
"Utilizar la fuerza contra los barcos que utilizan las redes de tráfico de personas frente a las costas de Libia incrementaría la complejidad de la crisis en el país y no ayudaría a reducir este flujo de inmigrantes", ha remachado.