TÚNEZ, 16 Mar. (Reuters/EP) -
El primer ministro del Gobierno autoproclamado por los rebeldes en la capital de Libia, Jalida al Ghwell, ha advertido de que el Ejecutivo de unidad respaldado por Naciones Unidas no tiene derecho a instalarse en Trípoli e incluso a amenazado con la detención de los nuevos ministros.
"Si quieren entrar en Libia a título individual, son bienvenidos, porque son libios. Les pedimos que no entren como gobierno, ya que sería una violación de la ley y serían tratados de acuerdo a la ley", ha advertido, en una entrevista a la agencia de noticias Reuters.
Los rebeldes controlan Trípoli desde 2014 y cuentan con un gobierno y un parlamento ajenos a las instituciones oficiales, que han terminado por instalarse en la ciudad de Tobruk, en el este del país. Naciones Unidas ha mediado entre las dos partes para crear una administración única.
Este mes, tres miembros de la comisión de seguridad que debían preparar el traslado del nuevo gobierno a Trípoli fueron detenidos y Al Ghwell ha advertido de que los ministros también podrían correr la misma suerte.
"Somos un Estado soberano y debemos asegurar nuestra ciudad y salvaguardar la seguridad de nuestro pueblo. Si intentan venir ilegalmente, crearán consecuencias imprevistas", ha asegurado el líder político.
UNA NUEVA VÍA
Varias brigadas armadas y decenas de miembros del Parlamento rebelde se han posicionado a favor de la administración de unidad impulsada por Naciones Unidas, pero esta solución se ha topado con la oposición frontal de importantes grupos tanto en Trípoli como en Tobruk, lo que ha dejado paralizada la 'hoja de ruta' hacia una transición política.
Al Ghwell se ha mostrado a favor de conversaciones paralelas entre los dos gobiernos rivales e incluso ha confirmado que están preparando un plan político alternativo que podría ver la luz en las próximas dos semanas.