BERLÍN 5 Jul. (DPA/EP) -
El presidente del Servicio de Inteligencia Exterior alemán (BND), Bruno Kahl, ha reconocido este jueves errores de cálculo respecto a la rapidez del avance de los talibán durante el verano de 2021, cuando se hicieron con el control del país tras tomar Kabul, la capital, y que ha dado lugar a una gran restricción de derechos de la población, especialmente contra las mujeres, que se han visto apartadas de la vida pública.
"Lo que no previmos correctamente fue el guión que se desarrolló en los últimos momentos. El hecho de que la velocidad de los talibán aumentase en los últimos kilómetros no pasó desapercibido entre nosotros", ha expresado Khal ante una comisión del Parlamento alemán creada para estudiar la gestión de la retirada del país asiático.
El jefe de la Inteligencia alemana ha justificado que durante años tuvieron una buena lectura de la situación sobre el terreno y que, al igual que otros servicios de Inteligencia extranjeros, creyeron que las fuerzas afganas apoyadas por la comunidad internacional resistirían más tiempo a los talibán.
En ese sentido, ha descrito una serie de "puntos de inflexión" que propiciaron la rápida capitulación del Gobierno afgano, entre los que se encuentran el "aislamiento casi completo" de Kabul tras la toma de numerosos centros provinciales de su zona metropolitana y la retirada de las fuerzas y del personal estadounidense.
Los talibán tomaron el poder en Afganistán en agosto de 2021 tras un meteórico avance hasta la capital en medio de la huida del entonces presidente afgano, Ashraf Ghani, y la caótica retirada de las tropas internacionales tras dos décadas de presencia militar en el país asiático. Tan solo un mes después formaron un gobierno interino con Mohammad Hasan Akhund, uno de los fundadores del movimiento, al frente. Desde entonces han impuesto la sharia de forma estricta y restricciones a la vida pública, en especial sobre mujeres y niñas.