TÚNEZ, 16 Oct. (Reuters/EP) -
Los dos nuevos sospechosos libios por el atentado de Lockerbie en 1988 son Abdulá al Senussi, antiguo jefe de Inteligencia de Muamar Gadafi, y Mohamed Abú Ejaila, según ha anunciado este viernes un portavoz del Gobierno de Trípoli.
Al Senussi se encuentra recluido actualmente en una prisión en Trípoli tras ser condenado por su papel en las muertes de manifestantes durante la revuelta contra Gadafi en 2011. Por el momento, no hay detalles respecto a quién es el segundo sospechoso.
El director de la oficina de prensa del Gobierno de Trípoli (no reconocido por la comunidad internacional), Jamal Zubia, ha enviado un mensaje a los periodistas confirmando los nombres pero ha dicho que la oficina del fiscal general de Libia no ha sido informada aún sobre los dos sospechosos.
Este jueves, la Fiscalía escocesa había informado de que investigadores de Estados Unidos y Escocia habían identificado a dos nuevos sospechosos libios por su presunta relación con el atentado con bomba perpetrado en 1988 contra un avión de la aerolínea PanAm, que se estrelló en Lockerbie y causó 270 muertos.
La Fiscalía escocesa dijo que existen indicios suficientes para investigar a fondo a dos personas que podrían haber participado en el atentado junto a Abdel Basset al Megrahi, el único condenado hasta el momento.
PETICIÓN FORMAL A LIBIA
El fiscal general de Escocia, Frank Mulholland, y la responsable del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch, se reunieron recientemente en Washington para analizar el estado de las investigaciones y ahora han presentado una petición formal a Libia para avanzar.
Confían en la "asistencia de las autoridades judiciales libias" para que la Policía escocesa y el FBI puedan interrogar a los sospechosos. Los interrogatorios se producirían en Trípoli, según la nota de la Fiscalía de Escocia.
El atentado se ha saldado hasta ahora con una única condena, la dictada en 2001 contra Abdel Basset al Megrahi. La Justicia le declaró culpable de haber colocado la maleta con la bomba en el aeropuerto de Luqa, en Malta, donde dirigía las operaciones de la compañía Libyan Arab Airlines.
La maleta llegó a Frankfurt y fue introducida en otro avión, para finalmente acabar en la aeronave de PanAm que realizaba el vuelo 103 desde Londres hasta Nueva York, según los jueces escoceses.
Al Megrahi logró salir en prisión en el año 2009, después de que las autoridades británicas le concediesen la libertad de forma extraordinaria por un cáncer terminal. Regresó a Libia, pero no murió hasta mayo de 2012.