Archivo - El director general del OIEA, Rafael Grossi. - Dean Calma/IAEA/dpa - Archivo
MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha descartado este martes que pueda tener lugar un "desastre" en Chernóbil como el de 1986, después de haber sido escenario de combates en el marco de la invasión rusa de Ucrania, y ha precisado que la situación nuclear es "normal".
"Por supuesto que no estamos cerca de un desastre como el de 1986", ha indicado Grossi en declaraciones ante la prensa, donde ha insistido en que "es una situación completamente diferente".
"En este caso tenemos una situación nuclear segura, normal, que no puede derivar en un accidente", ha continuado, antes de reconocer el trabajo de los operadores de la central.
Grossi, que ya viajó a Ucrania en marzo, ha explicado que la delegación del OIEA que se ha desplazado a Chernóbil "tiene mucho trabajo que hacer". "Tenemos que evaluar la situación, tenemos que hacer trabajos de reparación", ha explicado.
Así, ha matizado que han trasladado "equipamiento y asistencia" al lugar y ha garantizado la provisión de más "asistencia". "No es una visita simbólica, estamos trabajando", ha añadido. Así, ha avanzado que el OIEA también busca reunir información para publicar un informe.
Chernóbil permaneció durante cinco semanas --hasta finales de marzo-- bajo control de las Fuerzas Armadas rusas. Hasta ahora, "se ha evitado el peor escenario", pero Grossi ha llamado a no dar nada por sentado y a evitar a toda costa un desastre como el que ya vivió Chernóbil en 1986, por las repercusiones que tendría no sólo para la seguridad de Ucrania sino también para la de otros países vecinos.
En el caso de la antigua central de Chernóbil, llegó a estar desconectada de la red eléctrica y a quedarse sin comunicación con el exterior, mientras se temía también por la integridad de sus trabajadores.
La salida de las tropas rusas permitió a Ucrania organizar la primera rotación de plantilla en tres semanas y esta misma semana se han restablecido las comunicaciones directas entre la planta y la agencia nuclear ucraniana, tras un mes interrumpidas. Entre los retos pendientes figura, sin embargo, el acceso a la propia zona, ya que hay puentes destruidos y parte del terreno estaría minado.