Archivo - El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin - Europa Press/Contacto/Bonnie Cash - Pool via CNP
MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha asegurado este martes que no tolerará ataques contra personal estadounidense en Oriente Próximo, en referencia al lanzamiento de dos cohetes contra la base de Ain al Asad (Irak) que dejó varios militares heridos.
"Estados Unidos no tolerará ataques contra nuestro personal en la región. Hemos ajustado nuestra postura militar para fortalecer la protección de nuestras fuerzas, reforzar nuestro férreo compromiso con la defensa de Israel y seguir preparados para responder a cualquier contingencia", ha afirmado Austin durante una rueda de prensa conjunta con el secretario de Estado, Antony Blinken, y sus homólogos australianos en Maryland.
Al mismo tiempo, ha explicado que Washington está tomando medidas para rebajar las actuales tensiones en la región y evitar una "escalada por parte de Irán y sus milicias asociadas".
Tras ello, ha recordado medidas como la sustitución del portaaviones 'Theodore Roosevelt' por el 'USS Abraham Lincoln' a finales de mes, así como el despliegue de más cazas y destructores con capacidad de defensa contra misiles balísticos.
"En cuanto a quién está detrás del atentado contra Ain al Asad, estamos seguros de que eran milicias chiíes respaldadas por Irán. ¿Qué grupo? Todavía estamos investigando para determinarlo", ha añadido Austin.
Unas horas antes, la milicia proiraní Resistencia Islámica de Irak se ha atribuido la responsabilidad de la acción, que dejó varios militares heridos, según confirmó un portavoz del Pentágono en declaraciones remitidas a Europa Press.
El ataque se produjo en un momento de máxima tensión en la región por el reciente bombardeo de Israel contra un cuartel del partido-milicia chií libanés Hezbolá en Beirut en el que murió un alto comandante del grupo, así como la muerte del que fuera líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) tras un ataque achacado a Israel en la capital de Irán, Teherán.