WASHINGTON, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, ha instado este miércoles al dirigente de Corea del Norte, Kim Jong Un, a abstenerse de emprender cualquier acción "que llevaría al final de su régimen y a la destrucción de su pueblo", en plena escalada retórica entre Washington y Pyongyang.
Un día después de que el presidente norteamericano, Donald Trump, amenazase al régimen norcoreano con "un fuego y una furia nunca vistas", Mattis ha insistido en un comunicado en que el país asiático representa "una amenaza para la seguridad y la estabilidad globales".
"Aunque nuestro Departamento de Estado está haciendo todo lo posible para resolver la amenaza por medios pacíficos, es necesario recordar que los ejércitos aliados tenemos los equipos defensivos y ofensivos más precisos, ensayados y robustos de la Tierra", ha apuntado el jefe del Pentágono.
En este sentido, ha afirmado que cualquier posible acción del régimen de Kim Jong Un quedaría "ampliamente superada" por la respuesta estadounidense y, de esta forma, Pyongyang "perdería cualquier carrera armamentística o conflicto que inicie".
Mattis ha aludido a la resolución aprobada el 5 de agosto en el Consejo de Seguridad de la ONU para recordar que la comunidad internacional está "unida" en sus críticas al Gobierno de Corea del Norte, al que ha pedido que "deje de aislarse" y renuncie a sus programas armamentístico y nuclear.
Corea del Norte ha lanzado en las últimas semanas dos misiles intercontinentales, con capacidad para alcanzar suelo estadounidense y podría disponer ya de cabezas nucleares en miniatura susceptibles de ser incorporadas en estos cohetes. El Ejército norcoreano ha respondido este miércoles a la última advertencia de Trump poniendo en el punto de mira a la isla de Guam, situada en el océano Pacífico.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha explicado que Trump solo trata de "enviar un fuerte mensaje a Corea del Norte en un lenguaje que Kim Jong Un pueda entender, porque parece que no entiende el lenguaje diplomático". De esta forma, ha querido matizar que los estadounidenses "pueden dormir tranquilos".