El jefe de la Policía de Haití viaja a Kenia para ultimar el despliegue de tropas kenianas en el país

MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

El jefe de la Policía Nacional de Haití, Frantz Elbe, se encuentra este jueves en Kenia en el marco de una visita oficial para ultimar el despliegue de más de un millar de agentes kenianos en el marco de una misión internacional de paz encabezada por Nairobi, tras llegar a un acuerdo para contribuir a la lucha contra el crimen y las bandas haitianas.

Elbe, que se ha reunido en Nairobi con el inspector general de la Policía de Kenia, Japheth Koome, se ha desplazado hasta el país africano junto a una delegación. Está previsto que las partes mantengan conversaciones con las autoridades y jefes de las fuerzas de seguridad del país.

La Policía haitiana ha confirmado que la visita finalizará este viernes y ha matizado que el primer equipo de agentes kenianos llegará a Haití el próximo mes de febrero a pesar de que el Tribunal Supremo de Kenia paralizó temporalmente el despliegue el pasado mes de octubre, según informaciones del diario 'The Standard'.

Así resolvía una demanda presentada por el opositor Ekuru Aukot, que indicaba que la Policía de Kenia se enfrenta ya de por sí en el país a una complicada situación. La demanda iba dirigida contra el presidente del país, William Ruto, así como al Consejo de Seguridad Nacional, el inspector general de la Policía, Japhet Koome, o el fiscal general, Justin Muturi.

Sin embargo, el Parlamento keniano ha dado el visto bueno a la medida en medio de un acalorado debate en el que la oposición se ha opuesto de manera vehemente dado que el despliegue supone n gasto de 91.000 millones de chelines (550 millones de euros) y, según recalcan, constituye una violación de la Constitución de Kenia, que indica que sus fuerzas de seguridad solo pueden operar dentro de las fronteras del país.

Las bandas se han hecho con el control de una gran parte de Haití, cuyas autoridades se muestran incapaces de tomar las riendas del atribulado pequeño país caribeño, cuya situación acabó de empeorar tras el magnicidio del presidente Jovenel Moise en julio de 2021.