MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El jefe de la Operación Híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur (UNAMID), Jeremiah Mamabolo, ha resaltado este martes que "la situación en Darfur es ahora muy diferente a lo que era en 2003 y que hace un año", apuntando a una posible retirada de la misión.
En unas declaraciones ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Mamabolo ha abogado por delinear una estrategia "pragmática" de salida de la misión "sin comprometer los avances ya logrados hasta el momento".
Así, ha explicado que los combates entre las tropas sudanesas y los tres principales grupos armados no firmantes del acuerdo de paz se han reducido de manera considerable, agregando que "no se ha visto ningún nuevo desplazamiento de población en lo que va de año".
Mamabolo ha manifestado que en los últimos tres meses se han reducido los incidentes de violencia intercomunitaria, en parte como resultado de una participación más efectiva de las administraciones nativas, lo que ha llevado a un aumento de los acuerdos de paz entre las distintas comunidades.
El jefe de la UNAMID ha puntualizado además que la cooperación con el Gobierno ha mejorado en términos de acceso de la ayuda humanitaria a la zona, pudiendo visitar las zonas de Yebel Marra, uno de los principales focos de conflicto.
Por último, ha pedido a los países con influencia sobre la facción del Ejército de Liberación de Sudán liderada por Abdul Wahid al Nur, que se niega a firmar los acuerdos de paz, que trabajen para que estampe su firma en los acuerdos.
Mamabolo ha indicado que este grupo no tiene capacidad de llevar a cabo operaciones militares de importancia, pese a lo cual sigue manteniendo su voluntad de combatir.
"Nos gustaría pedir a este Consejo y a los que tienen influencia sobre él (Al Nur) que le persuadan para que reconozca la importancia de un acuerdo político y desista de provocar más sufrimiento a la gente que dice representar", ha remachado.
El conflicto en Darfur, una región ubicada en el oeste de Sudán, estalló en 2003 y ha dejado más de 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados, según datos de la ONU.