Archivo - Cartel del grupo Wagner cerca de San Petersburgo (Rusia) - Europa Press/Contacto/Artem Priakhin - Archivo
Yevgeni Prigozhin exige la presencia del ministro Shoigu para pedirle explicaciones sobre un presunto ataque a sus mercenarios
Las autoridades rusas abren una causa en su contra por rebelión armada mientras Moscú entra en estado de alerta antiterrorista
MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
Meses de tensión entre Yevgeni Prigozhin y la cúpula del Ejército ruso sobre el desarrollo de la guerra de Ucrania han terminado por explotar en las últimas horas con la entrada del jefe del grupo de mercenarios Wagner en la ciudad rusa de Rostov, sede del mando militar sur, mientras desde Moscú se ha abierto una causa penal en su contra por incitar a la rebelión armada, en lo que se trata de la mayor crisis interna a la que se enfrenta el Gobierno de Vladimir Putin desde el comienzo de la invasión del territorio ucraniano en febrero del año pasado.
Los acontecimientos se precipitaron en la tarde del pasado viernes, cuando Prigozhin acusó directamente a la oligarquía rusa y el Ministerio de Defensa, más concretamente al titular de la cartera y al hombre al que considera su némesis, Sergei Shoigu, de engañar al presidente para invadir Ucrania. Horas después, la organización denunciaba "un ataque con misiles asestado por militares" del Ejército ruso contra sus campos de entrenamiento. El Ministerio de Defensa rechazó categóricamente la acusación, que tachó de "provocación informativa".
Pasada la tarde, Wagner anunciaba el comienzo de una operación para dirigirse a Rostov, sede del mando sur y donde supuestamente se encontraba Shoigu en ese momento, según el grupo, para pedir explicaciones de lo ocurrido al ministro de Defensa. "Esto no es un golpe militar. Esta es una marcha por la justicia", zanjó el grupo mientras el Kremlin lanzaba la primera reacción contra Prigozhin: la apertura de una causa penal en su contra por incitar a la rebelión armada, un delito que podría ser castigado con hasta 20 años de cárcel.
Poco después, nombres tan destacados como el del principal comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, Sergei Surovikin, comparecían en las redes sociales para exigir a los mercenarios que cesaran en su avance y "obedecieran la voluntad" del presidente Putin. "Nuestra sangre es la misma. Somos guerreros. Os pido que os detengáis porque el enemigo (Ucrania) está esperando que precisamente a que empeore la situación política interna de nuestro país", declaró Surovikin.
Esta reacción no intimidó en lo más mínimo a Prigozhin, quien aseguró en su anuncio de entrada en la ciudad que sus fuerzas habían sido recibidas como salvadores por la población y por las fuerzas rusas apostadas allí. "Las unidades del Ministerio de Defensa, o más bien reclutas a la fuerza, que bloqueaban nuestro paso se han echado a un lado, y los guardias fronterizos han abrazado a nuestros combatientes", manifestó.
En esas alturas de los acontecimientos, Estados Unidos y Ucrania comenzaron a tomar nota de lo sucedido aunque guardando un estricto silencio. Fuentes del Gobierno estadounidense estimaron, en comentarios a la CNN bajo condición de anonimato, que el avance de Prigozhin y sus hombres a Rostov no parecía una argucia para que las fuerzas ucranianas bajaran la guardia. "Creemos que es real", han asegurado.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa ucraniano se limitó a tomar nota de la situación con un escueto mensaje: "Estamos observando". El asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, describió la situación como un ejemplo de "poesía clásica rusa" y avanzó que "vienen tiempos tumultuosos" y que "el proceso histórico es irreversible".
Las únicas noticias que ha habido de Putin a lo largo de la noche han consistido en una escueta declaración de su portavoz, Dimitri Peskov, quien ha asegurado que el presidente ruso está recibiendo información constante sobre el desarrollo de los acontecimientos, pero se espera que el mandatario comparezca públicamente en breve para proporcionar su evaluación.
Prigozhin también ha mantenido silencio durante la noche, roto finalmente al amanecer con la publicación de un vídeo que le sitúa en la ciudad de Rostov, en conversación con el viceministro de Defensa ruso, Junus-bek Evkurov. En las imágenes, que de momento no han sido verificadas por medios independientes, Prigozhin exige hablar con el ministro de Defensa Shoigu y con el jefe del Estado mayor del Ejército ruso, Valeri Gerasimov. "Hasta que lleguen aquí, bloquearemos Rostov y nos dirigiremos a Moscú", avisa. El alcalde de la capital rusa, Sergei Sobianin, ha declarado el estado de alerta antiterrorista en la capital.
LA GUERRA CONTINÚA
Estos acontecimientos no han paralizado los combates en Ucrania. Esta misma noche, el ministro del Interior de Ucrania, Ihor Klimenjo, ha denunciado al menos tres muertos y ocho heridos en un bombardeo ruso contra la capital, Kieva, al impactar cohetes rusos en un edificio residencial del distrito de Solomyan.
Los cohetes estallaron contra un edificio de 24 pisos, causando la caída de escombros y la destrucción y posterior incendio en los pisos 16, 17 y 18, según ha precisado por su parte el jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev, Serhiy Popko, en su cuenta de Telegram.
"Aclaración de información sobre las consecuencias del impacto de escombros contra un edificio de 24 pisos en el distrito de Solomian. Por el momento, se han identificado dos muertos. Los heridos son 8 personas. Dos fueron hospitalizados, el resto recibió asistencia médica en el lugar", ha escrito Popko.
"Alrededor de 40 autos estacionados resultaron dañados. Se están aclarando los datos del resumen operativo", ha añadido el militar.
Por otro lado el Ministero de Defensa ruso ha avisado de que Ucrania está aprovechando la "provocación" del líder de Wagner para lanzar una contraofensiva sobre la ciudad ucraniana de Bajmut, el que fuera uno de los grandes epicentros recientes de la guerra.
"Aprovechando la provocación de Prigozhin para desorganizar la situación, el régimen de Kiev en la dirección táctica de Bajmut está concentrando unidades de las brigadas marinas 35 y 36 de las Fuerzas Armadas de Ucrania en las líneas de partida de las operaciones ofensivas", ha hecho saber el Ministerio en un comunicado recogido por la agencia de noticias rusa TASS.
La ofensiva rusa sobre la ciudad ucraniana, cabe recordar, marcó un antes y un después en las relaciones de Prigozhin con el Ministerio de Defensa. En las últimas semanas de combates, el líder de Wagner comenzó una campaña de apariciones en redes sociales para denunciar la constante desatención de la que sus hombres, primera línea de ataque contra la defensa ucraniana, estaban padeciendo por parte del Ministerio de Defensa ruso, en el comienzo de la fractura definitiva que parece haber terminado de ocurrir este sábado.