MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro británico, Boris Johnson, enfrenta nuevas presiones de distintas voces de su partido para presentar su dimisión después de que el partido conservador haya perdido 398 escaños en las elecciones locales celebradas el pasado jueves 5 de mayo.
Salpicado por el escándalo de las fiestas durante la pandemia en Downing Street, los 'tories' señalan a Johnson como culpable de que los votantes de clase media y alta se hayan distanciado del Partido Conservador, tal y como ha indicado una encuesta recogida por 'The Guardian'.
"Creo que no es solo el 'Partygate', está el tema de la integridad. Básicamente, ya no siento que la gente tenga la confianza de que se puede fiar en que el primer ministro diga la verdad", ha expresado el secretario de Mediambiente, George Eustice, en declaraciones a la BBC.
Preguntado sobre si los parlamentarios conservadores deberían destituir a Johnson, Eustice ha asegurado que sí: "Esa sería mi preferencia, sí".
Otro miembro del Partido Conservador, Lord Hayward, ha expresado que se ha producido una "revuelta de la clase alta y media" contra el liderazgo de Johnson, y que las personas con estudios universitarios y los directivos han desertado, mientras que partidarios de los conservadores "de toda la vida" se han abstenido, según ha declarado a la cadena TalkTV, tal y como ha recogidido la agencia DPA.
El diputado 'tory' por Ruislip, Northwood y Pinner, en el noroeste de Londres, David Simmonds, ha sostenido que "un cambio de líder" podría ser una forma de restaurar la confianza pública en el Gobierno, tras admitir que el llamado 'Partygate' había sido un problema para los votantes, según ha recogido 'The Times'.
Aunque no todos en la bancada conservadora están en contra del primer ministro británico. La ministra de Agricultura, Victoria Prentis, ha defendido a Johnson, argumentando que ha desarrollado "una fuerte reputación como ganador", y que todavía es "demasiado pronto" para decir que ha obstaculizado el rendimiento del partido en la encuesta del jueves.
Aún así, Prentis ha admitido que los resultados en algunas zonas han sido "duros", según ha declarado este viernes en una entrevista a la cadena BBC: "Creo que es importante que sigamos recordando que se trata de elecciones locales (...) y que no debemos intentar extrapolar demasiadas tendencias nacionales".
"Sé que es muy tentador, pero la participación es muy baja en muchas de estas elecciones y creo que es muy difícil hacer conjeturas concretas sobre cómo (los resultados se producirían en unas elecciones generales)", ha añadido.
Un análisis realizado para la BBC ha estimado que, si todo el país hubiera votado, los laboristas habrían obtenido un 35 por ciento de los votos, cinco puntos por delante de los conservadores, con un 30 por ciento, la mayor ventaja del partido en unas elecciones locales desde hace una década.
Johnson reconoció este viernes por la mañana que el Partido Conservador que lidera pasó una "noche difícil" tras darse a conocer los primeros resultados, que auguraban entonces que perderían tan solo 122 escaños.
Los conservadores han perdido terreno especialmente en el sur de Inglaterra, donde los laboristas han cosechado buenos resultados en Londres. Además, los 'tories' también han perdido terreno frente a los liberales en su otros feudos tradicionalmente conservadores.
De hecho, los conservadores han cedido el control de Westminster y Wandsworth en Londres a los laboristas por primera vez desde la década de 1970, y han registrado su peor posición en Escocia desde hace diez años. Después de perder casi 400 escaños, los conservadores han mantenido 1.344 escaños, según datos de la Comisión Electoral.
Por su parte, los laboristas han cosechado 2.980 escaños, 264 más que en las últimas elecciones. Los liberales, en cambio, han alcanzado los 863 escaños, 189 más. Los verdes también han cosechado buenos resultados, pues han sumado 81 asientos, llegando a los 155.