AMÁN, 2 Mar. (Reuters/EP) -
Las fuerzas de seguridad jordanas han informado este miércoles de que han desbaratado un complot del grupo terrorista Estado Islámico de atentar contra objetivos civiles y militares, en una de las mayores operaciones del reino en los últimos años contra las células durmientes terroristas.
Los servicios de seguridad localizaron a los milicianos, que portaban cinturones explosivos, en un escondite en la ciudad de Irbid, en el norte y cerca de la frontera con Siria, según han informado en un comunicado, recogido por la agencia oficial Petra.
En los enfrentamientos, que comenzaron el martes por la noche y duraron hasta el amanecer, han muerto siete milicianos y un oficial de la Policía, según el comunicado. Las fuerzas de seguridad se han incautado de armas automáticas, munición y de explosivos durante la operación.
"Tras la información diligente y detallada recabada, el departamento de Intelgiencia fue capaz de desbaratar rápido un complot criminal y destructivo vinculado con el grupo terrorista Daesh que buscaba desestabilizar la seguridad nacional", ha precisado el comunicado, usando el acrónimo en árabe de Estado Islámico.
Dos fuentes de seguridad han informado de que decenas de efectivos de las fuerzas especiales han participado en la operación y que los milicianos estaban esconcidos cerca de un campamento de refugiados palestinos en el centro de Irbid.
Los milicianos, que se negaron a entregarse, han mantenido un intenso tiroteo con las fuerzas especiales en el que han resultado heridos cinco agentes, según el comunicado. "Han mostrado una feroz resistencia con armas automáticas por lo que las fuerzas de seguridad han enfrentado la situación con la fuerza necesaria", ha precisado.
El primer ministro jordano, Abdulá Ensur, ha indicado ante los diputados que la operación de seguridad han cumplido sus objetivos, afirmando que el "grupo terrorista" había forjado vínculos organizativos con milicianos de Estado Islámico en un intento por desestabilizar el reino.
Jordania ha juzgado y sentenciado a decenas de personas, en su mayoría jordanos, que regresaron de Siria. Algunos de ellos fueron reclutados por el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda, o por Estado Islámico.
Según el portal de noticias jordana Ammon News, los siete milicianos muertos en la operación tendrían la nacionalidad jordana, si bien las autoridades no se han pronunciado por el momento sobre este detalle.
El rey Abdalá II de Jordania es uno de los líderes de la región que más ha llamado la atención sobre la amenaza de Estado Islámico. Precisamente, el Ejército jordano forma parte de la coalición internacional contra el grupo terrorista y ha llevado a cabo operaciones contra el mismo en Siria.