BRUSELAS, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha alertado este martes del "riesgo de supervivencia" del espacio sin fronteras Schengen, en un momento en que los Estados miembros reintroducen "alegremente" controles en sus lindes para contener el flujo migratorio.
"Hoy reintroducimos alegremente los controles en las fronteras, mañana nos daremos cuenta de que ello tiene un coste económico considerable y pasado nos preguntaremos para qué una moneda única si no hay libertad de movimiento", ha advertido Juncker en una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo, reunido en Estrasburgo (Francia).
El propio Juncker cifró la semana pasada en unos 3.000 millones de euros el impacto que tendría la reintroducción generalizada de este tipo de controles en las fronteras interiores de toda la UE.
En la actualidad, siete países de los que forman Schengen mantienen algún tipo de control sistemático en los pasos de sus fronteras interiores: Austria, Alemania, Suecia, Francia, Malta, Dinamarca y Noruega, según fuentes comunitarias.
Ante la Eurocámara, el jefe del Ejecutivo comunitario ha insistido en que, por ello, la Unión Europea "está amenazada en sus cimientos" y pone en riesgo también su desarrollo, que podría ir "más allá" de lo que está avanzando.
En su discurso, Juncker ha recalcado que la Unión Europea cuenta con importantes y variados instrumentos para responder a la presión migratoria y a la llegada masiva de refugiados a Europa, al tiempo que ha lamentado que esta crisis haya mostrado "28 realidades diferentes, a menudo diametralmente opuestas" entre los Estados miembros.
En este sentido, ha elogiado el trabajo de la presidencia de turno de la UE que ha ejercido Luxemburgo durante el segundo semestre de 2015 para sacar del "punto muerto" negociaciones como la de un sistema europeo par el registro de datos personales de los pasajeros aéreos (PNR, por sus siglas en inglés).
Con todo, Juncker ha apuntado que los instrumentos comunitarios deben seguir completándose y ha recordado su propuesta de crear un cuerpo europeo de guardas de fronteras y guardacostas para vigilar el paso a la UE desde el exterior.
En el debate ha intervenido también el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, quien ha lamentado el "repliegue nacionalista" que adquiere dimensiones "inquietantes" en algunos países de Europa en respuesta a la crisis migratoria.
Por ello, ha pedido que los Veintiocho no olviden el "mensaje de paz" que está en la esencia de la Unión Europea.
"Tengo la experiencia (de juventud) de encontrar fronteras cerradas, aduanas, oficinas de cambio (...) cosas que hoy no conocemos. Nos quejamos, y olvidamos recordar a nuestros jóvenes que Europa también son derechos y libertad", ha manifestado Bettel, para quien es esencial recordarlo para "no denigrar" el proyecto europeo.