BRUSELAS, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha confiado este martes en que las negociaciones del 'Brexit' se lleven a cabo sin "hostilidades", si bien ha avisado de que los británicos deben de ser conscientes de que su salida de la Unión Europea les reportará una "factura enorme".
"Los británicos deben saber, ya lo saben, que no será con coste reducido o coste cero (...) Por ello la factura será enorme", ha advertido Juncker en una intervención ante el Parlamento federal belga.
El jefe del Ejecutivo comunitario ha reiterado la posición de los Veintisiete de no iniciar la negociación con Reino Unido hasta que la 'premier' Theresa May notifique la activación del artículo 50 del Tratado de la UE, que supondrá el inicio formal de las conversaciones.
A partir de ahí, ha apuntado el político luxemburgués, las partes tendrán dos años para acordar las "modalidades" de salida de los británicos, aunque "ponerse de acuerdo" sobre la "arquitectura" de las relaciones futuras llevará "años".
En cualquier caso, Juncker ha dicho ver con cierta "decepción" que algunos de los estados miembros den por cerrado el asunto del 'Brexit' pese a que no han comenzado los contactos y ha confesado que le "entristece" ver partir a un país "verdadero actor europeo".
"Debemos arreglar esto con un corazón, no repleto de hostilidades, sino siendo conscientes de que el continente debe mucho a Reino Unido, sin (el primer ministro Winston) Churchill", ha advertido el presidente comunitario.
Con todo, también ha subrayado que el bloque no debe ser "naif" a la hora de encarar la negociación y debe dejar claro a los británicos el coste de su salida y que la Unión Europea seguirá "avanzando" en el proyecto de integración europea.
Una integración, que, ha explicado Juncker, no pasa por una Europa "más estrecha", sino por "reafirmar los lazos" que unen a los Estados miembros.
El exprimer ministro luxemburgués ha concluido su reflexión sobre el 'Brexit' advirtiendo de que serán unas negociaciones "difíciles", durante las que Reino Unido deberá tener presente que quien aspira a beneficiarse de todas las ventajas que ofrece el Mercado Único debe respetar las cuatro libertades fundamentales de la UE, incluida la libre circulación de trabajadores.