May insiste en cambios vinculantes para lograr una "mayoría estable" en Westminster Los equipos negociadores de Bruselas y Londres volverán a verse a lo largo de este mes para tratar de salir del punto en muerto en el que se encuentra el acuerdo del Brexit, después de que el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, haya ofrecido a la 'premier', Theresa May, una revisión de la "redacción" de la declaración política que sienta las bases de la relación futura, pero mantenga la firme negativa de la UE a renegociar elementos "legalmente vinculantes" en el Tratado de Retirada. Durante aproximadamente una hora y media, May y Juncker han mantenido una discusión "firme, pero constructiva" sobre el modo de avanzar, después de que la británica haya expuesto "varias opciones" para atender las exigencias de la Cámara de los Comunes para levantar su veto al acuerdo de divorcio y de que Juncker le respondiera que no hay margen para reabrir el pacto, según indica el comunicado pactado entre ambos. Todas las opciones que baraja Londres, en cualquier caso, pasan por cambios con peso legal en la red de seguridad (o 'backstop') diseñada para la frontera "blanda" en el Úlster, un mecanismo que solo se activaría de manera temporal y como solución de último recurso si tras el Brexit las partes no logran acordar una alternativa mejor que evite reintroducir controles físicos y aduana entre las dos irlandas. May ha comenzado en la sede de la Comisión Europea una serie de contactos al máximo nivel en Bruselas para tratar de desbloquear la situación y que incluyen también reuniones con los presidentes del Parlamento europeo, Antonio Tajani, y del Consejo europeo, Donald Tusk. "A pesar de los retos, los dos líderes han acordado que sus equipos deben mantener conversaciones para ver si pueden encontrar una vía que pueda obtener el más amplio apoyo posible en el Parlamento británico y respetar las directrices del Consejo europeo", dice la declaración conjunta que han difundido Londres y Bruselas tras la reunión. Juncker, que ha insistido ante May en que la Unión Europea a 27 "no va a reabrir el Tratado de Retirada" para modificar el 'backstop' irlandés, sí ha expresado su "apertura a añadir (nueva) redacción" al texto que establece las bases del modelo que las partes quisieran para la relación futura, cuando Reino Unido sea ya un país tercero. En este sentido, el presidente de la Comisión ha advertido a su contraparte de que cualquier solución que pudiera pactarse no solo necesitará el visto bueno de Westminster, sino también de los Veintisiete Estados miembro y del Parlamento europeo, que debe aprobar su ratificación y se niega a limitar el mecanismo que protege la frontera irlandesa. Además, ha descrito el acuerdo de retirada como un texto que representa un "compromiso de cuidado equilibrio" entre la UE y Reino Unido, en el que las dos partes tuvieron que hacer "importantes concesiones" para llegar un acuerdo. Fuentes del Gobierno británico consultadas por Europa Press han valorado como un paso positivo el encuentro y que vayan a proseguir los contactos, pero han recalcado que la 'premier' mantiene como objetivo lograr cambios jurídicamente vinculantes en el acuerdo de salida. CAMBIOS VINCULANTES PARA EL APOYO EN WESTMINSTER En declaraciones a la prensa al concluir su jornada en Bruselas, May ha dicho que en sus contactos con los europeos ha "dejado claro" que su objetivo es negociar límites legalmente vinculantes para la salvaguarda de la frontera irlandesa. De este modo, la primera ministra británica ha avisado a los presidentes de las instituciones europeas que esta es la condición que le ha puesto la Cámara de los Comunes para aprobar el acuerdo de divorcio, y que solo con esas garantías jurídicas se podrá obtener una "mayoría estable" en el Parlamento británico a favor del acuerdo. May no ha respondido a las preguntas de qué le hace pensar que conseguirá una concesión de este tipo, cuando la UE se mantiene firme en su negativa a renegociar el acuerdo, pero ha insistido en que es la condición de Westminster para no tumbar el pacto. Además ha afirmado que ha encontrado en los europeos la voluntad de "trabajar juntos" para asegurar que Reino Unido pueda "salir de la Unión Europea con un acuerdo". NUEVA AGENDA DE NEGOCIACIÓN En cualquier caso, las partes reanudarán en los próximos días las conversaciones, empezando por una reunión del negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, con el ministro británico para el Brexit, Stephen Barclay, el próximo lunes en Estrasburgo (Francia). El objetivo es que Juncker y May vuelvan a verse "antes de finales de mes" para hacer balance de la situación y comprobar si se han producido avances. Aunque no han fijado una fecha oficial, ambos coincidirán los días 24 y 25 de febrero en la cumbre UE-Liga Árabe que se celebrará en Egipto. El presidente del Consejo también ha dicho que "continuarán las conversaciones" con la parte británica de cara a avanzar hacia una solución, aunque ha escrito en su cuenta de Twitter que "no hay avances a la vista". El encuentro entre Tusk y May se preveía especialmente tenso después de que el exprimer ministro polaco ironizara la víspera con la idea de que haya un "sitio especial en el infierno" para quienes promovieron el Brexit sin contar con un plan para llevarlo a cabo de manera segura. Preguntada por ello, May se ha limitado a decir que le ha trasladado al presidente del Consejo que ese tipo de declaraciones "no ayudan" en un proceso de negociación y le ha avisado de que crearon "gran consternación" en Reino Unido. "Le he dicho que debemos trabajar juntos para lograr una relación estrecha entre Reino Unid y la UE en el futuro y que es en ello en lo que debemos concentrarnos", ha zanjado la 'premier'. Así las cosas, May ha asumido que "no será fácil" avanzar hacia un resultado que convenza a una mayoría de diputados británicos para que apoyen lo negociado, pero ha dicho que las negociaciones comienzan ahora y que hay compromiso por las dos partes para lograrlo. "Voy a cumplir con el Brexit y voy cumplir a tiempo", ha dicho May hasta en dos ocasiones en su breve comparecencia ante la prensa, en alusión a que no contempla aplazar la desconexión prevista para el próximo 29 de marzo.