Los militares afirman que "personas siniestras", incluidos "extranjeros", tienen como objetivo "sembrar el caos"
MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
La junta militar de Burkina Faso ha denunciado este jueves la existencia en el país de "individuos con intenciones malignas", incluidos "extranjeros", con el objetivo de "desestabilizar la transición" abierta tras los golpes de Estado de enero y septiembre de 2022.
El Ministerio de Administración Territorial ha indicado en un comunicado que estas "personas siniestras" llevarían "algunos meses" en territorio burkinés y ha agregado que "tienen cómplices" burkineses y cuentan con planes para "sembrar el caos".
Así, ha lanzado una advertencia "a los responsables de este proyecto funesto y a sus apoyos nacionales" y ha hecho hincapié en que "se han llevado a cabo acciones para hacer frente a esta amenaza con la mayor firmeza".
En esta línea, ha pedido a la población "que aumente la vigilancia y denuncie a toda persona con un comportamiento sospechoso", al tiempo que ha recalcado que "todo aquel que dé cobijo a personas que tengan estos planes sin denunciarlos será culpable de complicidad y tratado según las disposiciones correspondientes".
Uagadugú ha denunciado en varias ocasiones supuestos planes contra las autoridades instauradas tras el derrocamiento en 2022 del entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, y en mayo llegó a hablar de la existencia de una "coalición internacional" contra el país.
La junta, encabezada por Ibrahim Traoré, quien protagonizó en septiembre una asonada que fue considerada un 'golpe palaciego' contra el hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba, ha adoptado una postura crecientemente crítica con Francia, acusando a la antigua metrópoli de dar un apoyo interesado e insuficiente en la lucha contra el terrorismo.
Los continuos ataques en el país, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios'. El deterioro de la seguridad ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
Asimismo, el Gobierno de transición de Burkina Faso durante la jornada del miércoles aprobó un proyecto de ley que permite el envío de un contingente militar a Níger, días después de que la junta militar nigerina autorizara a las autoridades burkinesas y malienses a intervenir militarmente en su territorio en "caso de agresión" tras las amenazas de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO).
La junta nigerina fue establecida tras el golpe de Estado dado a finales de julio contra el mandatario electo, Mohamed Bazoum, una situación que ha derivado en una oleada de críticas y llamamientos a los militares para que restauren el orden constitucional. Sin embargo, las juntas que gobiernan Malí y Burkina Faso se han posicionado de lado de los militares nigerinos.