MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La junta militar birmana ha rechazado este viernes la petición formulada en la víspera por la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) para que aplique sin dilación el plan de paz diseñado por el organismo como principal mediador internacional en el conflicto birmano.
En su reunión del jueves, los países de la ASEAN declararon su hartazgo tras la falta de avances tras el golpe de Estado propinado por los militares en febrero del año pasado; uno que acabó con los líderes democráticamente electos del país encarcelados y que desató una ola de represión militar contra los disidentes, seguida de un levantamiento armado tanto de grupos armados rebeldes como de autoproclamados voluntarios de resistencia popular.
Los países de la ASEAN manifestaron a las autoridades birmanas que "había llegado el momento de actuar", promoviendo "medidas, prácticas y plazos concretos" para poner fin a una situación "crítica" y "frágil" por "la complejidad" de los conflictos "prolongados" en el país.
En respuesta, la junta militar ha indicado que cualquier maniobra internacional de presión "acabará generando más implicaciones negativas que positivas", según un comunicado del Ministerio de Exteriores birmano recogido por el diario 'The Irrawaddy', vinculado a la oposición.
En su nota, publicada en su página de Facebook, el Ministerio asegura que "el Consejo Administrativo Estatal", nombre oficial de la junta, "ha estado intentando restablecer la democracia en Birmania desde un golpe que describe como "la asunción de la responsabilidad del Estado".
Asimismo, el Ministerio recuerda que Birmania no estuvo presente en la reunión del jueves en Yakarta (Indonesia), por lo que cualquier declaración formulada allí "no está en consonancia con los principios consagrados en la Carta de la ASEAN" y la junta, por lo tanto, "no está obligada a cumplir con los términos" resultantes del encuentro.
El Ministerio describe una vez más al Gobierno de Unidad Nacional, formada por antiguos miembros del Gobierno birmano, ahora en el exilio, como una "organización terrorista" a la que acusa de realizar "actividades violentas para perturbar sus esfuerzos" de paz.
"A pesar de los desafíos y la presión indebida desde dentro y fuera del país", el Gobierno de Birmania mantiene que sigue cooperando para "materializar" el plan de paz de la ASEAN, el conocido como consenso de cinco puntos que llama entre otros aspectos a la apertura de un proceso de diálogo, al fin de la violencia armada y la represión, así como al reinicio del proceso para la entrada de ayuda humanitaria del país.
La oposición birmana, cabe recordar, acusa a la Junta de la muerte de casi 2.400 personas en sus operaciones de represión desde el golpe de Estado y estima que más de 12.000 se encuentran detenidas ilegalmente a la espera de juicio, según la ONG Asociación para los Presos Políticos de Birmania (AAPP).
Esta misma semana, la junta militar se vio forzada a hacer otra declaración pública para desmentir su implicación en un bombardeo contra un festival de música en el estado de Kachin, en el norte del país, que habría dejado al menos 75 civiles muertos, según denunció este jueves el grupo armado rebelde del Ejército para la Independencia de Kachin (KIA, por sus siglas en inglés).