MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La junta militar de Birmania ha detenido a un total de 110 personas de entre las que fueron amnistiadas a principios de semana, algo que constituye una "tortura física y mental", ha denunciado este jueves la Asociación de Presos de Birmania (AAPP, por sus siglas en inglés), que ha alertado que la cifra podría aumentar en los próximos días.
Desde el anuncio de la junta, que rige el país desde el golpe de Estado de febrero, 110 de los presos que fueron liberados han vuelto a ser arrestados. Los militares liberaron a algunos presos "con la promesa de sentencias retroactivas", aunque "nunca fue una amnistía absoluta para los detenidos", ha criticado la AAPP.
Tras ser puestos el libertad, algunos fueron detenidos "cínicamente nada más llegar a casa", mientras que "a otros se les dijo que estaban en la lista de liberados, se les llevó a la entrada de la cárcel, sólo para ser llevados de nuevo a la prisión con nuevos cargos".
Estas acciones, de volver a ser arrestados tras su liberación, cuando "se han reunido con la familia durante algunas horas" o incluso los que fueron llevados ante la puerta de la cárcel, "son una forma de tortura física y mental, no sólo para los detenidos políticos, sino también para sus familias".
"Habrá más detenciones", ha vaticinado la organización, ya que algunos están escondidos o se ha perdido el contacto con ellos. "La esperanza es que todos los detenidos sean liberados. Estas nuevas detenciones destruyen este deseo", ha afeado la AAPP a la junta.
"Está claro que la Junta Militar tiene como objetivo el bienestar mental no sólo de los presos políticos, sino de sus hijos y familiares", ha concluido la organización en un comunicado compartido a través de su cuenta de Twitter.
Los detenidos, acusados de terrorismo, son en su mayoría miembros del partido Liga Nacional para la Democracia (LND) y varios activistas políticos y estudiantes, según informaciones del diario 'The Irrawaddy'.
Los militares han señalado que se estima que más de 5.600 presos se vean beneficiados por la amnistía. Desde el golpe de Estado del 1 de febrero han sido detenidas unas 7.300 personas.
Desde la asonada militar, Birmania se ha visto sumida en el caos. Más de 1.100 personas han muerto en el marco de las manifestaciones y otras 8.000 han sido detenidas, según varias ONG.
Las autoridades birmanas liberaron en julio a más de 2.000 personas, entre ellos numerosos periodistas críticos con la junta. Entre los que continúan bajo custodia se encuentra el periodista estadounidense Danny Fenster, que lleva encarcelado casi cinco meses.