MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
La junta militar golpista de Birmania ha puesto en libertad al que fuera portavoz del antiguo gobierno civil del país, U Zaw Htay, tras cuatro meses encarcelado en la capital del país, Naiypidó, según han confirmado fuentes militares bajo condición de anonimato.
"Fue liberado hace unos diez días", ha explicado la fuente este domingo al diario 'The Irrawaddy'. "Parece que le han dicho que se vaya de la vista de todo el mundo y permanezca callado", ha añadido.
El portavoz actuaba como director general de la oficina de la Consejera del Estado, la actualmente detenida premio Nobel de la Paz y líder 'de facto' del país hasta el golpe, Aung San Suu Kyi.
Según las informaciones del medio, el portavoz fue detenido en la capital el mismo día del golpe militar, el 1 de febrero, cuando varios vehículos del Ejército llegaron a su domicilio en la capital. No se le vio desde entonces, aunque fuentes del 'Irrawaddy' especulan que rechazó un cargo en el nuevo régimen militar, motivo por el que acabó encarcelado.
En su última conferencia antes del golpe, el portavoz negó categóricamente el detonante del golpe, las acusaciones de los militares sobre un fraude electoral perpetrado por el partido del Gobierno, la Liga Nacional para la Democracia desestimó las acusaciones de fraude electoral hechas por los militares y sus partidos políticos aliados como una negativa a aceptar la derrota electoral.
"Son acusaciones propias de quienes no pueden aceptar la derrota. Quienes hacen esta clase de declaraciones están cometiendo un suicidio político", lamentó el portavoz en ese momento, en relación a los militares que, horas después, tomaron el poder por la fuerza
Horas antes de la reunión del Parlamento recién elegido, los militares tomaron el poder por la fuerza.
Según la Asociación de Presos Políticos de Birmania (AAPP), unas 880 personas han muerto durante la represión militar y 5.104 han sido arrestadas desde el golpe de Estado y más de 230.000 personas, según Naciones Unidas, se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde el día del golpe.