MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
La junta militar de Malí ha aceptado una entrega de aviones militares y helicópteros por parte de Rusia, que está incrementando su influencia sobre el país, lo que ha tensado las relaciones entre Bamako y sus hasta ahora socios occidentales.
Malí, que se ha distanciado de Francia, ha protagonizado un acercamiento con su nuevo aliado, incluido el despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, propiedad de un oligarca cercano al presidente ruso, Vladimir Putin.
Las Fuerzas Armadas malienses han confirmado en un comunicado que la entrega de las aeronaves tuvo lugar el jueves en el Aeropuerto Internacional Modibo Keita, un acto en el que estuvo presente el líder de la junta y actual presidente de transición, Assimi Goita.
Bamako ha recibido cazas tipo Sukhoi-25, aviones de ataque y vigilancia Albatros L-39 y helicópteros Mi-8. "Estas adquisiciones de vectores aéreos contribuirán a aumentar las capacidades de las Fuerzas Armadas", han destacado en el citado comunicado.
Durante el acto, el ministro de Defensa y Veteranos, Sadio Camara, desatacó que "el ascenso de una nación a la soberanía no se limita a los discursos, sino a un largo proceso de compromiso y patriotismo", antes de incidir en que "modernizar el Ejército no es un lujo, sino una necesidad".
"Un Ejército fuerte y moderno se impone a la hora de dar seguridad a su población y gana lustre en la escena internacional", manifestó, al tiempo que alertó de "nuevas formas de inseguridad y de guerras multiformes", en medio de la amenaza yihadista sobre el país africano.
Malí y el resto de los países del Sahel han experimentado un recrudecimiento de la violencia, tanto yihadista de manos de grupos vinculados a Al Qaeda y a Estado Islámico, como de tipo intercomunitario, lo que ha llevado a Francia y a los países del G5 Sahel --que la junta maliense abandonó en 2022-- a incrementar sus operaciones.