Sale tras cumplir cinco de los diez años a los que fue condenada por seis delitos económicos
MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Justicia boliviana ha dispuesto este lunes libertad condicional para Gabriela Zapata, expareja del expresidente Evo Morales, que sale así de prisión tras cumplir cinco de los diez años a los que fue condenada en 2017 por seis delitos económicos.
El juez cuarto de ejecución penal Abraham Aguirre ha ordenado la "libertad inmediata" de Zapata de la capitalina cárcel de Miraflores, siempre que "no este condenada por otra causa", recoge el fallo e informa el medio boliviano 'La Razón'.
La orden, sustentada en la "buena conducta, vocación para el trabajo y un domicilio de residencia" de Zapata, ha sido firmada este lunes, tras lo que la exnovia del exmandatario ha dejado la prisión.
Un tribunal de La Paz declaró en 2017 culpable a Zapata --que fue previamente detenida en febrero de 2016-- de los delitos de legitimación de ganancias ilícitas, contribuciones y ventajas ilegítimas, uso de bienes y servicios públicos, asociación delictiva, falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado, lo que supuso una pena de diez años de prisión.
Los investigadores determinaron que Zapata, representante de la empresa china CAMC en Bolivia, mantuvo reuniones con inversores privados en las oficinas de la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia sin ser funcionaria ni ostentar ningún cargo público.
Las sospechas de que Morales podría haber ayudado a Zapata a conseguir importantes contactos y la habría permitido actuar como agente del Estado para mejorar sus negocios privados obligaron al presidente a dar explicaciones públicas sobre su relación con la acusada.
Morales reconoció que había mantenido una relación sentimental con Zapata entre los años 2005 y 2007, cuando ya era jefe de Estado, y confesó incluso que tuvo un hijo con ella pero que, según le aseguró ésta en su momento, había fallecido.
Sin embargo, el entorno de Zapata afirmó que el hijo seguía vivo y que Morales se había desentendido de él. El presidente pidió a los tribunales que encontraran al menor y determinaran su paternidad, pero el niño nunca llegó a aparecer.