Ceremonia de clausura del Mundial de Brasil
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Actualizado: viernes, 14 abril 2017 22:41

SAO PAULO 14 Abr. (Reuters/EP) -

Al menos seis estadios de fútbol en los que se jugaron partidos de la Copa del Mundo Brasil 2014, incluido el de Maracaná, están siendo investigados en el marco de una serie de pesquisas por corrupción política que está estudiando desde esta semana el Tribunal Superior de Justicia.

Testimonios de ejecutivos del grupo de ingeniería Odebrecht brindados por un acuerdo judicial de delación compensada mencionaron irregularidades en el Corinthians Arena de Sao Paulo, el Estadio Nacional de Brasilia, el Pernambuco Arena en Recife, el Castelao Arena en Fortaleza y el Amazonia Arena en Manaos, además del mítico Maracaná en Río de Janeiro.

El juez Edson Fachin comenzó a divulgar el martes sus resultados, pero el viernes seguían surgiendo detalles de las horas de declaraciones grabadas tomadas a 77 actuales y ex ejecutivos de Odebrecht, que está involucrada en una presunta red de corrupción entre empresarios y políticos de Brasil.

La evidencia de que constructores y políticos colaboraron para arreglar contratos refuerza la sospecha de que muchos de los 12 estadios construidos o renovados para el Mundial de Brasil fueron objeto de sobreprecios.

La remodelación del Maracaná estaba prevista en 700 millones de reales (225 millones de dólares) pero finalmente superó los 1.000 millones de reales. El Corinthians Arena originalmente iba a ser una cancha más pequeña que costaría 350 millones de reales, pero su construcción superó también los 1.000 millones de reales después de que se decidió que sería la sede inaugural.

El Estadio Nacional de Brasilia, que simplemente fue renovado para el torneo, fue el más costoso de todos, con obras por 1.400 millones de reales. Los políticos incluidos en los testimonios niegan haber cometido delitos y ahora tienen la posibilidad de presentar pruebas de su inocencia.

Según las declaraciones difundidas por el TSJ, al menos cinco ejecutivos de Odebrecht confirmaron que se hicieron pagos para asegurar lo que llamaron "una ventaja desleal relacionada con el trabajo en el estadio Maracaná".

En Pernambuco, Manaos y Fortaleza, Odebrecht y otra empresa constructora colaboraron para "frustrar el carácter competitivo del proceso de ofertas". Las compañías también se pusieron de acuerdo para inflar los precios de un techo del Estadio Nacional, según las declaraciones.

El escándalo por corrupción más grande de la historia de Brasil, cuya pesquisa llevó esta semana a la acusación formal de casi 100 políticos, ha generado la detención de decenas de líderes empresarios y responsables de lavado de miles de millones de dólares en sobornos para la realización de trabajos públicos pautados en contratos con compañías estatales.

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