SANTIAGO, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
La jueza chilena Isabel Peña ha declarado culpables a los siete funcionarios y dos militares bolivianos que fueron detenidos en la frontera común el pasado mes de marzo acusados de contrabando y ha ordenado que sean expulsados, cerrando así el último caso que ha servido para enfrentar a Santiago y La Paz.
Peña ha condenado a tres años de cárcel y a una multa de 32 millones de pesos chilenos (unos 43.000 euros) a los siete trabajadores aduaneros por los delitos de contrabando y robo con violencia, pero les ha absuelto del de porte ilegal de armas.
Los dos militares --el capitán Carlos Calle y el suboficial Álex Carvajal-- han sido condenados igualmente a tres años de cárcel, aunque en su caso solo por porte ilegal de armas, ya que Peña les ha declarado inocentes de las otras acusaciones.
Las penas de privación de libertad serán sustituidas por la expulsión de Chile, país al que tendrán prohibido volver en diez años los funcionarios y en 20 años los militares. La repatriación deberá ejecutarse en los próximos 30 días, ha precisado Peña, según recoge la prensa chilena.
La jueza ha considerado probado que entraron conscientemente en territorio chileno porque contaban con equipos satelitales y que "no querían entregar la mercadería" de la que se apoderaron porque respondieron con "maltrato" a los agentes de Carabineros que les interceptaron.
Para Peña, el hecho de que fueran agentes bolivianos "no exime ni minimiza su responsabilidad". "Más aún, la agrava porque como funcionario público se espera una conducta proba", ha apuntado.
ESCALADA DE TENSIÓN
El 19 de marzo, dos militares y siete empleados de la administración aduanera de Bolivia fueron detenidos en la frontera común mientras realizaban tareas relacionadas con la lucha contra el contrabando presentará un amparo constitucional.
El Gobierno de Evo Morales sostiene que los funcionarios estaban inspeccionando unos camiones chilenos en el lado boliviano de la frontera, porque tenían información de que transportaban mercancía de contrabando, cuando agentes de Carabineros intervinieron y les detuvieron.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet ha desmentido esta versión y ha indicado que "las nueve personas detenidas estaban en territorio chileno cometiendo delitos". "Se habían robado uno y querían robarse nueve camiones con productos", dijo.
Ambos países ya tuvieron una crisis a mediados de mes porque, según Bolivia, las autoridades chilenas obligaron a retirar la bandera del consulado de Antofagasta, si bien La Moneda sostiene que en realidad no era una oficina consular.
La Paz y Santiago llevan meses inmersos en una nueva escalada de tensión a causa de la presentación de la réplica de Bolivia a la memoria chilena en la disputa territorial que les enfrenta en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).