MADRID 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Justicia de Estados Unidos ha condenado este martes a dos de sus ciudadanos a 45 meses de cárcel por evadir parte de las sanciones impuestas contra Irán al ayudarles a exportar petróleo a sus compradores en China.
"Zhenyu 'Bill' Wang (43 años) y Daniel Ray Lane (42 años) han sido considerados responsables de intentar intermediar en ventas ilícitas de petróleo entre Irán y China, y blanquear los ingresos, en violación de las sanciones de Estados Unidos. La sentencia del tribunal deja claro que quienes anteponen el beneficio personal a la seguridad nacional se enfrentarán a graves consecuencias", ha expresado el fiscal general adjunto, Matthew G. Olsen, según un comunicado del Departamento de Justicia.
La investigación ha concluido que ambos ciudadanos, provenientes del estado de Texas, no solo eran "plenamente conscientes" de que su actividad suponía una violación de las sanciones estadounidenses, sino que pretendían obtener "grandes beneficios" gracias a las mismas.
Así, mientras Wang llegó a asegurar que le "encantan las sanciones" porque "hacen ganar dinero a todo el mundo", Lane manifestó que "siempre hay una manera de eludirlas"; según sus propios cálculos, pretendían obtener un beneficio de 1,5 millones de dólares (1.400 millones de euros) por cada envío de 500.000 barriles, y planeaban lograr exportar hasta dos millones de barriles al mes.
"Wang desempeñó un papel fundamental en esta conspiración, al proporcionar la conexión con los compradores chinos que adquirirían el petróleo iraní. Como parte de sus esfuerzos, Wang se comunicó con múltiples partes en China, consiguió una oferta por escrito de un comprador chino y negoció un contrato de venta con este comprador. También organizó el pago de sobornos a funcionarios chinos para facilitar la transacción ilegal", reza el documento.
Lane, por su parte, ayudaba en el blanqueo de los ingresos de Irán procedentes de las transacciones a través de los derechos mineros que vendía a través de su empresa, 'Stack Royalites', e incluso llegó a comprar un cajero automático para contar el dinero.
Los dos condenados, junto con otros tres conspiradores que fueron sentenciados en enero a un años de prisión, se dedicaban a ocultar el origen del petróleo y de la transacción, a financiarla, a preparar contratos y los documentos necesarios para efectuar la venta, a enviar el petróleo iraní sancionado, a obtener pasaportes de Antigua y Barbuda para facilitar la transacción y establecer cuentas bancarias extraterritoriales para recibir fondos, a distribuir los beneficios de la venta prevista del petróleo, y a ocultar o disfrazar la naturaleza, ubicación, origen, propiedad y control de los beneficios.