JERUSALÉN, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Militar de Apelaciones de Israel ha desestimado los dos recursos planteados contra la condena a 18 meses de prisión impuesta al soldado israelí Elor Azaria por matar a un atacante palestino, Abdelfatá al Sharif, que se encontraba herido e inconsciente en el suelo en Hebrón, en Cisjordania.
"No consideramos convincente la afirmación del procesado de que tenía miedo de que (el palestino) tuviera un explosivo. Tras escuchar las advertencias sobre un posible explosivo, Azaria esperó dos minutos y después disparó (...). Actuó fría y lentamente", apunta el tribunal.
Los abogados del soldado --expulsado del Ejército el 20 de julio-- cuestionaban el testimonio del comandante de la unidad de Azaria, el mayor Tom Naaman, y del soldado T., quienes testificaron que el propio Azaria dijo que había disparado al palestino porque "merecía morir por haber apuñalado a mi amigo". Además, argumentaron que otros soldados y policías no fueron procesados en casos similares.
Sin embargo, el presidente del Tribunal de Apelaciones Militar, el general Doron Piles, ha rechazado que el argumento de que otros casos no han sido procesados, "la petición no tiene peso para cambiar el resultado del juicio", y ha desestimado el recurso contra el testimonio de los compañeros de unidad del encausado: ninguno de los testigos "tenía motivo alguno para acusar falsamente a Azaria".
Por su parte, la Fiscalía también había recurrido la condena por ser demasiado "indulgente" y pedía que se aplicara la sentencia defendida por a opinión minoritaria del tribunal de distrito inferior, que pedía dos años de cárcel.
Sin embargo, el tribunal ha desestimado también este recurso --por tres votos a dos-- porque "el castigo fijado por el tribunal (inferior) fue moderado".
Ahora Azaria deberá ingresar en prisión, aunque podría recurrir al Tribunal Supremo y solicitar un nuevo aplazamiento de su encarcelamiento. También puede pedir una reducción de pena al jefe del Estado Mayor del Ejército, aunque solo si reconoce haber cometido el delito, o directamente pedir un indulto al presidente israelí, Reuven Rivlin.
DISPARO EN LA CABEZA
Los hechos tuvieron lugar en plena espiral de violencia entre israelíes y palestinos en marzo de 2016. Dos atacantes hirieron a un militar de Israel en la ciudad cisjordana de Hebrón, lo que desencadenó un tiroteo que inicialmente sólo supuso la muerte de uno de los agresores. El segundo resultó herido, pero fue ejecutado de un disparo en la cabeza minutos después, cuando estaba tirado en el suelo y desarmado.
El incidente fue grabado por una cámara y la publicación del vídeo desencadenó una oleada de críticas a la actuación del soldado, así como divisiones en el interior del Gobierno que encabeza el primer ministro Benjamin Netanyahu.
La nitidez del suceso provocó que el primer ministro condenara las acciones del militar, en una inusitada crítica a su propio Ejército, al que ha calificado en innumerables ocasiones como "el más moral del mundo", si bien posteriormente dio marcha atrás.
Desde el anuncio de la sentencia, varios ministros han reclamado el indulto para el condenado, algo que por el momento no ha descartado el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, y que el propio primer ministro ha apoyado.