El agravante de "premeditación" es indiscutible, según ha explicado la jueza en un auto
MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Justicia italiana ha confirmado este miércoles el régimen de prisión del autor del tiroteo en Roma, Claudio Campiti, que permanece además en vigilancia, después de que irrumpiera en una reunión de vecinos a tiros en Roma, un suceso que se ha saldado con la muerte de cuatro personas.
Tres personas más permanecen heridas por el tiroteo. El presunto autor fue arrestado tras irrumpir en un bar del barrio romano de Fidenas durante una reunión de vecinos y asesinar a tres mujeres antes de ser interceptado.
"El sospechoso, durante el interrogatorio, no mostró ningún signo de resistencia y el odio y el resentimiento que surgieron nos hacen pensar que, si fuera liberado, no desistiría de seguir con su conducta violenta y sangrienta", ha dicho la jueza de instrucción de Roma, Emanuela Attura, según ha informado la cadena RAI.
Para la jueza, el agravante de premeditación parece "indiscutible". "En cuanto a las razones, las estocadas criminales de Campiti encontraron ímpetu en el rencor y el resentimiento", ha especificado en el auto.
El Ministerio Público ha imputado a Campiti por homicidio múltiple voluntario con los agravantes de premeditación y "motivos fútiles", así como tentativa de homicidio, en el caso de las personas que resultaron heridas, y tenencia ilegal de armas.
La Fiscalía considera que actuó con premeditación --ya había expuesto su malestar con los vecinos en un blog publicado en Internet-- y testigos consultados por la prensa local afirman que gritó: "Os voy a matar a todos". Los investigadores han confirmado además que llevaba encima 170 balas.
El sospechoso, de 57 años, fue arrestado tras irrumpir en una reunión que se celebraba en un bar del norte de Roma y asesinar a tres mujeres --una cuarta víctima ha muerto este miércoles-- antes de que le interceptaran, aparentemente por una disputa previa con la comunidad.
El detenido portaba el pasaporte y 6.000 euros en efectivo, lo que ha llevado a las autoridades a sospechar que su intención final era huir tras realizar una matanza indiscriminada. Campiti supuestamente robó el arma de un campo de tiro de Roma.