MADRID 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Justicia de Noruega ha rechazado este jueves la demanda presentada por el terrorista ultraderechista Anders Behring Breivik, condenado por el asesinato en 2011 de 77 personas en Oslo y en la isla de Utoya, en la que denunciaba al Estado por las condiciones en las que permanece recluido en prisión.
"Breivik tiene buenas condiciones físicas en prisión y, relativamente hablando, una gran libertad en la vida cotidiana. En gran medida, puede organizar sus días como quiera, dentro del marco previsto por la prisión. Estudia y trabaja en sus proyectos políticos", reza la sentencia.
Así las cosas, la Justicia noruega considera que Breivik no ha logrado demostrar ningún daño a largo plazo contra su persona y que el sistema penitenciario ha tomado todas las medidas a su alcance para brindarle un buen servicio de salud, tal y como recoge la radiotelevisión nacional NRK.
En la sentencia también se destaca que Breivik cuenta con "una serie de servicios" que le brindan la oportunidad de conversar con sacedotes, médicos y psiquiatras, a la par que goza de visitas del exterior. "Ha recopilado contactos humanos relativamente extensos", apunta el escrito.
Breivik, que ahora tiene 44 años, se sentó de nuevo a comienzos de enero ante un tribunal noruego --en esta ocasión en el gimnasio de la prisión de Ringerike-- ahora como denunciante en un nuevo litigio contra el Estado por las condiciones de estancia en prisión, donde considera que se están violando sus Derechos Humanos.
El terrorista ultraderechista fue condenado en 2012 a la pena máxima de 21 años, con un periodo mínimo entre rejas de 10 años. Se trata de una pena de detención preventiva que implica una revisión cada lustro y que, en la práctica, puede impedir que Breivik permanezca encarcelado sin fecha límite.
Su figura sigue consternando a Noruega, ya que se le vincula con el ataque más mortífero de la historia reciente del país nórdico. Ocho personas murieron víctimas de un coche bomba en el centro de Oslo, mientras que otras 69 perecieron acribilladas a tiros en la isla de Utoya, coincidiendo con un campamento del Partido Laborista.