MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Constitucional de Burundi ha rechazado el recurso presentado por la coalición opositora Amizero y'Abarundi para anular el referéndum celebrado el pasado 17 de mayo en el país africano para reformar la Carta Magna y que permitirá al presidente, Pierre Nkurunziza, gobernar hasta 2034.
Con su decisión, este jueves, el Constitucional valida el resultado de la consulta, en el que el sí a los cambios, entre otros ampliar de cinco a siete años el mandato presidencial, recibió un apoyo del 73,24 por ciento, tras considerar que no se produjeron irregularidades en el transcurso de la misma.
En su veredicto, el Constitucional ha considerado "infundado" el recurso presentado por la coalición opositora, que lidera Agathon Rwasa, según informa el medio burundés Iwacu.
Por su parte, el presidente del gobernante CNDD-FDD, Evariste Ndayishimiye, ha defendido que ha ganado la expresión del pueblo y ha instado a la coalición opositora a "aceptar el veredicto de las urnas y de la justicia".
Ahora, solo falta que Nkurunziza promulgue la nueva Constitución, que vendrá a reemplazar la de 2005. El nuevo texto entrará en vigor tras su firma, salvo en el caso de los cargos electos, como es el del presidente y el Parlamento, que seguirán ocupando sus puestos hasta las elecciones previstas en 2020.
CRISIS POLÍTICA DESDE 2015
El referéndum fue la culminación de un proceso que comenzó en 2015, cuando Nkurunziza anunció su decisión de optar a un tercer mandato. Sus detractores denunciaron entonces que el Acuerdo de Arusha, que puso fin a la guerra civil en 2000, y la Constitución de 2005 que surgió del mismo limitaban a dos los mandatos, pero el Tribunal Constitucional acabó dándole la razón y el mandatario se impuso en los comicios, boicoteados por la oposición.
Con su decisión, Nkurunziza abrió una crisis política que se mantiene hasta la fecha y desencadenó una ola de violencia y represión que aún no ha cesado. El principal cambio refrendado por los votantes, y el más criticado por la oposición y la comunidad internacional, es el que contempla ampliar de cinco a siete los años del mandato presidencial, lo que pondría a cero el contador para Nkurunziza, en el poder desde 2005.
Con ello, podría buscar su reelección en 2020 y de nuevo en 2027, por lo que no tendría que dejar el cargo hasta 2034. Pero además, de prosperar las enmiendas, Nkurunziza podría regresar a la Presidencia en 2041, puesto que el nuevo texto solo impide gozar de más de dos mandatos sucesivos, pero no dice nada de que no sean consecutivos.
Otra de las enmiendas que ha generado más inquietud es la relativa a que para sacar adelante una ley desde ahora será necesaria la mayoría absoluta y no de dos tercios. Este último punto preocupa por el hecho de que el Parlamento está compuesto en un 60 por ciento por hutus y en un 40 por ciento por tutsis, lo que facilitará al partido del presidente --un antiguo líder rebelde hutu--, el Congreso Nacional para la Defensa de la Democracia- Fuerzas de Defensa de la Democracia (CNDD-FDD), la adopción de leyes sin contar con la minoría tutsi.
En este mismo sentido, hasta ahora estaba previsto que el presidente contara con dos vicepresidentes que debían proceder de grupos étnicos y partidos distintos. Con los cambios propuestos, se crea la figura de primer ministro y no se prohíbe que sea del mismo partido --y por ende grupo étnico-- que el presidente, además de suprimirse uno de los puestos de vicepresidente.