MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El mandatario de República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, ha asegurado este martes que su prioridad es garantizar que las elecciones presidenciales que se celebrarán el 23 de diciembre son "perfectas" y "sin problemas graves".
En una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC, Kabila --quien abandonará el cargo tras 17 años en el poder-- ha manifestado que las intenciones "a corto plazo" y la "ambición" de las autoridades es lograr este punto.
Asimismo, ha rechazado las críticas sobre la existencia de un "régimen totalitario" en el país. "Tendrían que venir al país y verlo. No creo que sea una valoración correcta de la situación", ha sostenido.
"Tenemos elecciones, la gente hace elecciones y, cuando llegue la fecha de las elecciones, la gente votará libremente como hizo en 2011 y 2006", ha señalado el presidente congoleño, quien no ha querido desvelar si se presentará a los comicios en 2023.
"No vamos a descartar nada, pero en cualquier caso tengo mucho que hacer", ha dicho, antes de asegurar que el traspaso de poderes "será fácil". "Es coger las llaves y entregarlas. Ya está. No es difícil. No es difícil para nada. No será difícil", ha reiterado.
Por otra parte, Kabila ha rechazado también las acusaciones contra su familia por controlar cerca de 120 permisos para la explotación de minas de oro, diamantes, cobalto y cobre, recogida en un artículo publicado por Bloomberg.
"Creo probablemente que la gente que hace esos informes vive en otro planeta. Siéntase libre para facilitar los nombres de esos familiares y esos permisos. No existen", ha resaltado.
"Espero que uno de estos días alguien presente algo tangible en lugar de presentar acusaciones en todas las direcciones", ha apuntado, al tiempo que ha subrayado que sus hijos no tienen edad para tener estos permisos. "Ahí es donde empieza la estupidez", ha zanjado.
Kabila ha defendido los comicios a pesar de los continuos retrasos y ha destacado que supondrán la primera transición pacífica y democrática del poder en toda la historia del país. El propio Kabila llegó al poder en 2001 tras el asesinato de su padre, Laurent Kabila.
Alrededor de 40 millones de personas están llamadas a las urnas, en un proceso en el que se utilizarán por primera vez unas controvertidas maquinas de votación que han desatado las críticas de la oposición debido a que consideran que son poco fiables y que podrían permitir la manipulación de resultados.
Un total de 21 candidatos se han postulado en los comicios, en medio de la división en las filas opositoras, lo que podría atomizar nuevamente los votos e impedir un asalto al poder.
Por contra, Kabila, que abandonará el cargo dos años después del fin de su mandato, ha designado como candidato y sucesor a su 'delfín', Emmanuel Ramazani Shadary, quien ofrece una línea continuista. Sin embargo, un reciente sondeo revela que el 57 por ciento no ven con buenos ojos al candidato del Partido del Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD) del presidente saliente.
Tras años de especulaciones sobre sus intenciones, Kabila aceptó a principios de agosto obedecer el límite de dos mandatos impuesto por la Constitución del país centroafricano. Las elecciones fueron aplazadas en varias ocasiones a raíz de un acuerdo en diciembre de 2016 con parte de la oposición.