KINSHASA, 9 May. (Reuters/EP) -
El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, ha nombrado este martes al nuevo Gobierno de transición, según ha informado la televisión estatal, desafiando al principal partido opositor que rechaza el gabinete al considerarlo contrario al acuerdo alcanzado el 31 de diciembre pasado para resolver la crisis política en el país.
Kabila, en el poder desde 2001, alcanzó un acuerdo con el principal bloque opositor en diciembre en virtud del cual podía seguir en el poder pese a haber expirado su mandato hasta la celebración de elecciones antes de final de 2017.
Asimismo, se contemplaba la designación de un gobierno interino liderado por la oposición, pero las conversaciones para la puesta en marcha del acuerdo quedaron rotas en marzo cuando Kabila se negó a comprometerse con la elección hecha por el bloque opositor para ser primer ministro.
Pese a la resistencia a que siga en el poder, el presidente ha conseguido atraer con éxito a buena parte de la oposición. El nuevo primer ministro, Bruno Tshibala, al que nombró el mes pasado, es un antiguo miembro del principal partido opositor del país y otros líderes opositores también han recibido carteras ministeriales.
Sin embargo, el principal bloque opositor inmediatamente ha criticado el anuncio de este martes y ha pedido a Kabila que nombre un gobierno que respete el acuerdo de diciembre. "Este gobierno es ilegítimo y no lo reconoceremos", ha declarado Martin Fayulu, presidente de Compromiso por la Ciudadanía y el Desarrollo (ECIDE), a Reuters. "No hay otra hoja de ruta además del acuerdo", ha sostenido. "Si el acuerdo está muerto, Kabila tiene que marcharse", ha añadido.
Los alrededor de 60 ministros y viceministros leídos en la televisión estatal proceden en buena medida del gobierno anterior y las carteras clave, incluidas Exteriores, Interior, Justicia y Minas, siguen en manos de leales a Kabila.
La tensión política sigue siendo elevada después de que las fuerzas de seguridad mataran a decenas de personas durante las protestas por el aplazamiento de las elecciones el año pasado.
Los detractores de Kabila sospechan que este busca reiteradamente aplazar las elecciones hasta que pueda organizar un referéndum que le permita optar a un tercer mandato, como han hecho sus homólogos en Congo y Ruanda.
Kabila niega las acusaciones, afirmando que el retraso de las elecciones se deben a los problemas para realizar el censo y a limitaciones presupuestarias.