MADRID 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, aspirante el cargo de Alta Representante de Política Exterior de la UE, ha afirmado que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, le confirmó en la cumbre del lunes que no buscaría para su grupo, Conservadores y Reformistas (ECR), ningún puesto dentro los denominados 'top jobs' en la jerga comunitaria.
Meloni se ha quejado públicamente de que populares, socialdemócratas y liberales han negociado por su cuenta el reparto, pese a que en las últimas elecciones europeas se consolidó un avance de las fuerzas ultraconservadoras. ECR es ya el tercer bloque con más eurodiputados, por delante de los liberales --donde se engloba el Partido Reformista de Kallas--.
Sin embargo, la jefa del Gobierno estonio ha afirmado que tuvo oportunidad de conversar con Meloni durante la cena informal de líderes y ésta le confirmó que no presionaría para que ECR obtuviese algún 'top job'. Kallas ha defendido además el actual marco negociador, alegando que se juntan los grupos con más criterios políticos "comunes", informa la televisión ERR.
En este sentido, ha señalado que el grupo que ahora lideran los Hermanos de Italia de Meloni es "muy diferente" al que existía cuando ella era eurodiputada y el Partido Conservador británico aún formaba parte de esta familia. "Espero que podamos encontrar cosas en común con ECR en el futuro", ha agregado.
No obstante, también ha descartado que Italia pueda quedar marginada en el futuro de la UE, habida cuenta de su peso específico dentro del bloque.
NEGOCIACIONES
La primera ministra estonia ha circunscrito a cuestiones "organizativas" las reuniones entre los negociadores populares, socialdemócratas y liberales y, ante la marginación de la que se quejan líderes de otros grupos, ha señalado que "a nadie le gustó especialmente" el formato.
Así, ha sugerido que en otras circunstancias sí debería haber habido una segunda fase de contactos "en grupos más pequeños" y para hablar "con más detalle", pero ha explicado que esta etapa quedó "cancelada" por orden de la presidencia del Consejo. "No sé la razón. Sin duda molestó a todos", ha admitido.
Por otra parte, Kallas ha justificado que ella misma no formase parte del reducido grupo de líderes que negoció en nombre de sus respectivas familias --el francés Emmanuel Macron y el neerlandés Mark Rutte en el caso de los liberales--. Sí llegó a plantearse su integración, pero antes de saber que podía aspirar a un alto cargo.
"Cuando mis compañeros pensaron que podía ser candidata, me dije que no podía ejercer de negociadora si también era objeto de discusión", ha argumentado la dirigente estonia, que en caso de salir elegida como jefa de la diplomacia europea estaría obligada a dimitir como primera ministra antes de tomar posesión de su nuevo puesto.