"Todos en Nepal esperamos que este año nuevo sea un poco más benévolo, y nos dé un buen y merecido respiro"
KATMANDÚ, 24 Abr. (Por Virginia Pérez, jefa de protección de UNICEF Nepal) -
Un año después, Katmandú sigue temblando. La última réplica fue hace dos semanas, y el epicentro fue a 200 metros de mi casa. Seguimos viviendo pendientes de la próxima réplica. En total ha habido casi 450. Parece que fue ayer, pero los terremotos que asolaron 14 distritos en Nepal fueron hace ya un año. Han sido 12 meses muy largos, y muy duros.
Pocos medios de comunicación se hicieron eco de la devastadora crisis económica que sufrió el país entre septiembre del 2015 y febrero de este año. Un conflicto diplomático cerró la frontera con India, dejando de aquel lado ayuda humanitaria y materiales de reconstrucción que tanto se necesitaban de este lado.
El bloqueo también dejó de aquel lado gasolina, gas, medicinas, alimentos; cerró las fábricas, paralizó el transporte, destruyó 400.000 empleos y aumentó los precios de todo, sumiendo el país en la oscuridad, arrasando las esperanzas de los afectados por el terremoto, y de mucha otra gente también.
Mientras el Gobierno corría de un lado para otro buscando una solución al bloqueo, el plan de reconstrucción quedó aparcado, y con él, las ayudas del Ejecutivo a las familias, y la "luz verde" a las ONG para que empezaran a reconstruir.
RECONSTRUCCIÓN LENTA
Con este panorama, no sorprende a nadie que la reconstrucción esté yendo lenta, muy lenta, que aún 26.000 familias vivan en campos de desplazados, que la mayor parte de las escuelas no se hayan reconstruido aún, al igual que los más de 700.000 hogares que destruyó o dañó el terremoto.
Entre una réplica y otra, y pasando frío por las noches por la escasez de gas, mi equipo intenta clonarse y multiplicarse para dar abasto: el bloqueo de la frontera vino acompañado de enfrentamientos violentos en las regiones del sur.
Miles de escuelas cerradas, oficinas del gobierno cerradas, hospitales sin medicamentos, proyectos de prevención de explotación infantil paralizados justo ahora que el riesgo para los niños es mayor.
Y aun así, las cifras vuelven a hablar por sí solas: en un año, UNICEF ha identificado y apoyado a casi 40.000 niños en riesgo de explotación y tráfico; 881.000 niños recibieron materiales escolares; 537.000 niños fueron vacunados; 1,3 millones de personas afectadas tienen acceso a agua potable.
NEPAL NECESITA APOYO MÁS QUE NUNCA
Seguimos trabajando, porque Nepal necesita apoyo más que nunca. Este año UNICEF construirá 74 centros de salud sismo-resistentes; construirá 1.600 aulas y seguiremos apoyando a las familias de los niños más vulnerables para prevenir la explotación y el tráfico de menores y de mujeres.
Desde el terremoto, más de 1.800 niños y mujeres fueron interceptados y rescatados de los traficantes, todos ellos han recibido apoyo emocional y económico para regresar con sus familias.
El 13 de abril Nepal celebró su Año Nuevo; todos en Nepal esperamos que este año nuevo sea un poco más benévolo, y nos dé un buen y merecido respiro.