MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Kenia ha anunciado este martes que el campamento de Dadaab, en el que residen más de 350.000 somalíes, será cerrado antes de noviembre de este año, según ha informado la emisora local Capital FM.
El ministro del Interior keniano, Joseph Nkaissery, ha recalcado que las autoridades procederán a la repatriación de los refugiados de forma "segura y humana", agregando que "el Gobierno de Somalia está preparado para recibir a sus ciudadanos".
Asimismo, ha recalcado que la decisión de cerrar el campamento no tiene vuelta atrás, argumentando que Dadaab se ha convertido en un centro de operaciones de la milicia islamista somalí Al Shabaab.
El Gobierno keniano ha asegurado que varios de los últimos atentados en el país, como los del centro comercial Westgate y la Universidad de Garissa, fueron planificados en el campamento de refugiados.
El propio Nkaissery recalcó hace unas semanas que "los campamentos de refugiados no son asentamientos permanentes ni centros migratorios", al tiempo que sostuvo que habían supuesto un gran coste para los contribuyentes.
"Los campamentos están saturados. Fueron construidos para mucha menos gente, y la comunidad internacional no ha hecho nada para hacer frente a la situación. El impacto ambiental ha sido desastroso para las comunidades de acogida", remachó.
La semana pasada, el presidente de Somalia, Hasán Sheij Mohamed, reclamó "una vía mejor" para el retorno de refugiados al país, reiterando su oposición a la decisión de Kenia de cerrar el campamento de Dadaab.
"No queremos que nuestras relaciones con Kenia se vean afectadas", manifestó, subrayando el agradecimiento de Mogadiscio a las autoridades kenianas por alojar a miles de refugiados en Dadaab, abierto en 1991.
Somalia, Kenia y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) firmaron un pacto en 2013 para la repatriación voluntaria de refugiados somalíes, algunos de los cuales habían vivido en Dadaab durante décadas. Desde Nairobi alegan que el proceso de implementación de dicha medida ha sido demasiado lento.
ACNUR anunció en enero su intención de repatriar a unas 50.000 personas en 2016, pero debido a las dificultades que está teniendo el Gobierno de Somalia, que aún se encuentra en conflicto con el grupo insurgente Al Shabaab, ha reconocido que puede que no llegue a cumplir objetivo para este año.
El campo de refugiados de Dadaab, que se extiende a lo largo del noreste de Kenia, ha disminuido mucho su número de refugiados, que llegó a alcanzar el medio millón de personas, ya que muchos están volviendo a sus hogares mientras Somalia parece recuperarse lentamente del conflicto.