Cartel electoral del presidente keniano, Uhuru Kenyatta
REUTERS / SIEGFRIED MODOLA
Actualizado: jueves, 26 octubre 2017 8:12


MADRID, 26 (EUROPA PRESS)

Kenia celebrará este jueves la repetición de las elecciones presidenciales, después de la anulación de la victoria del mandatario, Uhuru Kenyatta, en los comicios de agosto, un proceso marcado por las tensiones sociales y políticas y la retirada de la candidatura del líder opositor, Raila Odinga, quien duda de la limpieza del proceso.

La situación de incertidumbre e inestabilidad ha tenido como último ejemplo la vista que debía celebrar este miércoles el Tribunal Supremo para pronunciarse sobre una demanda de aplazamiento de los comicios. El alto tribunal ha rechazado finalmente pronunciarse porque no contaba con jueces suficientes para pronunciarse sobre la denuncia.

La demanda, presentada por tres personas durante la jornada del martes, sostenía que la comisión electoral está dividida y no puede garantizar la limpieza de los comicios, recordando que el propio presidente del organismo, Wafula Chebukati, ha expresado públicamente que no podrá garantizar la limpieza de las elecciones.

Chebukati advirtió el 18 de octubre que sería "difícil" garantizar este extremo, pidiendo a los líderes políticos del país a dialogar sobre los obstáculos que afronta el proceso electoral.

El mensaje del presidente del organismo llegó además después de que Rosely Akombe, una destacada miembro de la Comisión Electoral, anunciara su dimisión y se marchara del país por considerar que los comicios no serán justos.

Las disputas en torno a la comisión electoral y la dificultad de garantizar la limpieza del proceso llevó al organismo a anunciar el 21 de septiembre que la repetición de los comicios, prevista para el 17 de octubre, debía aplazarse hasta el 26 de este mismo mes, después de que la compañía tecnológica francesa encargada de organizar el recuento electrónico de los votos advirtiera de que no podría estar lista para esa fecha.

Finalmente, las papeletas empezaron a llegar a Kenia el lunes, después de que los candidatos mostraran su desconfianza ante la posibilidad de que alguna compañía nacional estuviera al frente del proceso e intentara interferir en él, en una muestra más del contexto en el que se celebrarán los comicios.

La situación se ha visto azuzada por un aumento de las tensiones entre los principales candidatos y sus seguidores, especialmente después de que Odinga incrementara sus llamamientos a reformar el organismo y convocara manifestaciones para protestar contra lo que denuncia como una injerencia de Kenyatta en el proceso.

Al menos 49 personas han muerto en diversos incidentes registrados tras las elecciones de agosto, lo que ha hecho temer una nueva ola de violencia similar a la que se cobró más de 1.200 vidas tras las elecciones de finales de 2007.

Las autoridades han denunciado además numerosos ataques por parte de seguidores de la oposición contra miembros de la comisión electoral y el Tribunal Supremo, advirtiendo con tomar medidas contra aquellos que intenten "alterar" el proceso electoral.

El martes, hombres armados tirotearon el coche de la vicepresidenta del Tribunal Supremo, Philomena Mwilo, incidente en el que resultó herido su conductor y guardaespaldas.

LA RETIRADA DE ODINGA

Sin embargo, el acontecimiento central en el periodo que ha transcurrido desde la cancelación de la victoria de Kenyatta por parte del Supremo el 1 de septiembre y la repetición de los comicios ha sido el anuncio de Odinga de retirar su candidatura.

El líder de la opositora Súper Alianza Nacional de Kenia (NASA) --que recurrió los resultados de las elecciones de agosto-- ha argumentado que las elecciones "serán una farsa" y "no representarán la voluntad de la gente".

De hecho, en la víspera de los comicios pidió a sus seguidores que no participen en las mismas, anunciando que la NASA se convierte a partir de ahora en un "movimiento de resistencia". "No participéis de ninguna forma en esta vergonzosa elección", dijo.

Odinga ya denunció fraude electoral en 2007 --cuando perdió frente a Mwai Kibaki-- y 2013. La última vez también acudió a los tribunales, que terminaron dando la razón a Kenyatta.

La decisión del líder opositor ha desatado las críticas de altos cargos del Gobierno, que han cuestionado su decisión de recurrir los resultados y sumir al país en un 'impasse' político para después no concurrir a la repetición de los comicios.

En este sentido, el más duro en sus declaraciones ha sido el vicepresidente del país, William Ruto, quien ha llegado a acusar a Odinga de estar planificando un golpe de Estado o provocar una situación de caos en el país.

Ruto ha sostenido que las afirmaciones de altos cargos de la NASA acerca de boicotear las elecciones si no hay cambios en la comisión electoral y el sistema de votación significa que "planean algo".

La retirada de Odinga deja a Kenyatta frente a otros seis candidatos, ninguno de los cuales obtuvo más del uno por ciento de los votos en agosto, si bien el nombre del líder opositor continúa en las papeletas y aún podría anunciar que finalmente se presenta.

El propio mandatario hizo el miércoles un llamamiento a la participación, argumentando que "no se puede estar en un estado perpetuo de politiqueo" y pidiendo calma a la población.

"Debemos volver al trabajo y hacer frente a los muchos desafíos a los que hacemos frente como sociedad", subrayó, apuntando que "hay que recordar que, a pesar de su origen, el vecino es un hermano o una hermana". "A quién se haya votado, o si no se ha votado, no debe cambiar la forma en la que uno se relaciona con el resto de la familia keniana", remachó.

LLAMAMIENTOS A LA CALMA

En los últimos días, Naciones Unidas, la Unión Africana (UA) y el Papa Francisco han pronunciado diversos llamamientos a la calma de cara a las elecciones, pidiendo rebajar las tensiones y garantizar la limpieza de los comicios.

El secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de la Comisión de la UA, Musa Faki Mahamat, expresaron el compromiso de ambos organismos para ayudar a Kenia a garantizar "un proceso creíble y transparente".

En su comunicado conjunto, pidieron a todas las partes "que cooperen con la comisión electoral", al tiempo que solicitaron a las fuerzas de seguridad "que ejerzan la contención, usen la fuerza mínima al realizar su trabajo y respeten las libertades políticas de todos los kenianos".

También el domingo, el Papa Francisco apeló a un "diálogo constructivo" y a "buscar el bien común" en Kenia de cara a la repetición de las elecciones presidenciales.

"Os pido que os unáis a mi rezo por la paz en el mundo", dijo el Sumo Pontífice durante el rezo del Ángelus. "Estoy prestando mucha atención estos días a Kenia, que visité en 2015 y por la que rezo", agregó.

LAS FIGURAS DE KENYATTA Y ODINGA

La historia común de ambos candidatos se remonta a la época de la independencia de Reino Unido, en 1963. Son hijos de los padres fundadores de la nación africana: Jomo Kenyatta, el primer presidente, y Oginga Odinga, el primer vicepresidente.

Ambos candidatos ya se enfrentaron en los comicios de 2013, cuando Kenyatta se impuso y Odinga intentó impugnar los resultados alegando fraude electoral, lo que resucitó el fantasma de la ola de violencia postelectoral de 2007, si bien en esta ocasión la disputa se solventó pacíficamente.

Kenyatta llegó a la Jefatura del Estado en 2013, después de un primer intento fallido en 2002, cuando su perfil como sucesor político del entonces presidente, Daniel Arap Moi, le pasó factura.

Ahora aspira a conseguir otros cinco años de gobierno que serían los últimos por la prohibición constitucional de encadenar más de dos mandatos consecutivos.

Para Odinga es posiblemente también la última oportunidad de llegar a un cargo que a su padre se le escapó. El líder opositor ha intentado en otras tres ocasiones convertirse en presidente keniano y estuvo muy cerca en 2007 y 2013.

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