El Gobierno tilda de "rumores" las informaciones sobre posible tráfico de órganos de las víctimas
MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El número de cadáveres hallados en unos terrenos utilizados por una secta cristiana en una zona boscosa en Shakahola ha ascendido a más de 130, según han confirmado las autoridades de Kenia, que han exhumado otros 21 cuerpos durante las últimas horas.
La Policía keniana ha señalado que la cifra de cuerpos recuperados asciende ya a 133, al tiempo que ha indicado que cerca de 70 personas han sido rescatadas en esta zona (norte), mientras que catorce miembros de la secta han sido ya reunidos con sus familias.
"Hasta ahora, 93 familiares se han hecho pruebas de ADN para la identificación de sus seres queridos", ha afirmado la comisionada de la Policía de la región Costa, Rhoda Onyancha, que ha dicho que hay más de 560 desaparecidos, tal y como ha recogido el diario keniano 'The Standard'.
Por su parte, el ministro del Interior keniano, Kithure Kindiki, ha alertado contra una "politización" de la investigación en torno a lo sucedido y ha tildado de "rumores" las informaciones sobre la posibilidad de que se extrajeran órganos a algunas de las víctimas mortales.
"Los que conocen los hechos son los que están sobre el terreno, no los que están en las oficinas", ha manifestado, en referencia a un documento presentado por la Policía ante un tribunal en el que se indica que algunas autopsias han confirmado la extracción de órganos a algunos fallecidos.
Las afirmaciones contenidas en dicho informe salieron a la luz poco después de que los patólogos responsables de las autopsias descartaran este extremo y apuntaran que las víctimas murieron de hambre, por golpes con objetos contundentes o estranguladas.
Kindiki ha hecho hincapié en que las autoridades no tienen nada que esconder en torno al caso y ha aplaudido los progresos logrados hasta ahora en las investigaciones, que han incluido la detención del líder de la secta, Paul Mackenzie, que encabezaba la Iglesia Internacional de las Buenas Noticias.
"Han sido encontradas otras 20 fosas comunes, lo que significa que el proceso llevará más tiempo del que habíamos previsto. Puedo determinar que esto es un crimen muy organizado. El Gobierno lo esclarecerá", ha zanjado, según ha informado el citado diario keniano.
Los principales líderes de la secta instaron a los adeptos a practicar el ayuno hasta la muerte bajo la promesa de que se encontrarán con Jesucristo en una nueva vida. El presidente de Kenia, William Ruto, ha descrito a Mackenzie --que podría ser imputado por terrorismo-- como un "terrible criminal".