MADRID 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Kenia ha iniciado este miércoles la retirada de sus tropas desplegadas como parte de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), en respuesta al cese del jefe de la misma, el keniano Johnson Kimani Ondieki.
El primer grupo de cien militares ha llegado durante la jornada al Aeropuerto Internacional Jomo Kenyatta de la capital, Nairobi, donde han sido recibidos por el jefe del Comando Este del Ejército, Benjamin Biwott.
"Estamos contentos y comprometidos con nuestro papel en estas misiones. Hemos participado en misiones de pacificación en 24 países desde 1979", ha destacado Biwott durante la recepción.
En la misma, ha recalcado que Kenia retirará a los más de mil militares que tenía integrados en la UNMISS "lo antes posible", según ha informado el diario local 'Standard'.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, anunció la retirada de las tropas la semana pasada, argumentando que el cese de Ondieki pretendía convertir a las tropas del país en un "chivo expiatorio".
"La paz no llegará a Sudán del Sur por culpar al comandante keniano de los amplios fracasos de la UNMISS", dijo, agregando que Nairobi retiraría además su contribución a la propuesta Fuerza de Protección Regional, que apoyaría las tareas de la misión de la ONU.
Una investigación interna del organismo reveló la semana pasada que "la UNMISS no respondió efectivamente a la violencia (registrada en julio en la capital, Yuba) debido a la falta de liderazgo, preparación e integración entre varios elementos de la misión".
Los enfrentamientos entre los partidarios del presidente sursudanés, Salva Kiir, y del antiguo líder rebelde, Riek Machar, dejaron cerca de 300 muertos y miles de desplazados internos en apenas unos días.
Tras ello, organizaciones de defensa de los Derechos Humanos denunciaron la pasividad de la UNMISS frente a este estallido de violencia, incluso ante actos que ocurrieron en el complejo residencial Terrain, a tan solo 1,5 kilómetros de las instalaciones de la organización internacional, en Yuba, y en campos para la población civil dependientes de la ONU.
Al cese de Ondieki se suma el hecho de que la enviada especial de la ONU a Sudán del Sur, Ellen Loj, dimitirá a final de mes, tal y como anunció ella misma en octubre.
La renovación completa de la cúpula de la misión forma parte del paquete de medidas que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, pretende poner en marcha, incluida una mayor rendición de cuentas, "para garantizar que la UNMISS protege a la población civil" de Sudán del Sur.
EL CONFLICTO EN SUDÁN DEL SUR
La violencia ha ido en aumento en el que es el país más joven de África desde julio de 2016, cuando se retomaron los combates entre las fuerzas leales a Kiir y los combatientes leales a Machar.
Machar huyó de Sudán del Sur y se trasladó a Sudán --y después a Sudáfrica--, desde donde emplazó a sus fuerzas a reorganizarse para mantener una "resistencia armada" frente al Gobierno de Kiir.
La rivalidad entre Kiir, de etnia dinka, y Machar, que es nuer, se tradujo en un primer conflicto en diciembre de 2013, cuando el presidente del país decidió cesar a Machar como su número dos.
El conflicto entre los dos bandos terminó con un acuerdo de paz firmado en agosto de 2015 y que implicaba el regreso de Machar a para que volviera a ser nombrado vicepresidente del país, nombramiento que llegó en abril de 2016.
Sin embargo, las continuas violaciones del pacto y los graves combates de julio llevaron al cese de Machar, que fue relevado en el cargo por el general Taban Deng Gai.