La agencia de la ONU, que no confirma la petición, agradece la generosa acogida que durante décadas ha dado a los refugiados
MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Kenia ha solicitado al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) el cierre del campo de refugiados de Dadaab, situado en el norte del país y que acoge mayoritariamente a somalíes.
La petición la ha traslado el Ministerio de Exteriores keniano en una carta, a la que ha tenido acceso la emisora Radio France Internationale (RFI) y con fecha del pasado 12 de febrero. En ella, el Gobierno keniano llama a "reubicar a los refugiados de Daadab, bien en Somalia o bien en países terceros en los casos de solicitantes de asilo".
Para justificar su petición, Kenia señala que "Dadaab ha sido utilizado como base para actividades que ponen en peligro la seguridad nacional, principalmente el terrorismo". Las autoridades kenianas ya han denunciado en el pasado el supuesto vínculo entre el campo de refugiados y algunos de los autores de los atentados del grupo islamista Al Shabaab en el país.
El Ministerio de Exteriores sostiene que ha hecho prueba de paciencia pero considera que "la deslocalización de los refugiados de Dadaab es un problema urgente", "inquietante" y "no resuelto desde hace décadas", según RFI.
Asimismo, argumenta que Somalia "es ahora estable y la crisis humanitaria ha disminuido", por lo que el cierre del campo de refugiados podría suponer incluso una oportunidad para quienes residen en él.
Aunque señala que debería fijarse un calendario para el cierre, el Gobierno keniano plantea a ACNUR un plazo de seis meses, si bien una fuente consultada por RFI ha señalado que se trata de "una fecha poco realista y un proyecto que viola las convenciones internacionales firmadas por Kenia".
ACNUR AGRADECE LA SOLIDARIDAD DE KENIA
La agencia de la ONU no ha confirmado haber recibido la petición para el cierre de Dadaab. Sin embargo, a través de una portavoz, Dana Hughes, ha agradecido "al Gobierno y al pueblo de Kenia el haber acogido generosamente durante décadas a refugiados y solicitantes de asilo".
En declaraciones a Europa Press, Hughes ha asegurado que ACNUR "seguirá trabajando estrechamente con el Gobierno keniano para garantizar que se respetan los derechos de los refugiados".
Por otra parte, la portavoz ha asegurado que ACNUR "reconoce los intereses legítimos de Kenia en mantener su seguridad y su gestión de fronteras", si bien ha subrayado que "la protección de los refugiados y la seguridad fronteriza van de la mano".
Dadaab se creó en 1991 para acoger a los somalíes que huían de la guerra civil en su país. En su punto álgido, llegó a albergar a hasta 580.000 refugiados en 2011, lo que le convirtió en el mayor campo de refugiados del mundo.
En la actualidad, según Hughes, alberga a 209.979 refugiados, en su mayoría somalíes. Precisamente, gracias a un programa puesto en marcha en 2014, más de 83.000 refugiados somalíes han regresado de forma voluntaria a su país, mientas que "otros miles han regresado de forma espontánea por su cuenta".
En este sentido, la portavoz ha aprovechado para recordar que "cualquier retorno de refugiados debe hacerse de forma voluntaria y debidamente informada, en condiciones de seguridad y dignidad".
El Gobierno keniano ya hizo un primer intento de cerrar Dadaab en 2016, pero el Tribunal Superior de Nairobi dictaminó en febrero de 2017 que el ministro del Interior se había extralimitado en sus funciones al ordenar su clausura y declaró inconstitucional la repatriación a Somalia de los refugiados.