MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Kenia ha advertido de que tres condados situados en el norte del país se encuentran en situación de "alarma" a causa de la sequía, que ha puesto a la población de estas zonas en riesgo de hambruna.
El ministro de Descentralización keniano, Eugene Wamalwa, ha detallado que los condados afectados son los de Mandera, Marsabit y Turkana, antes de agregar que la sequía ha causado estragos en estas áreas durante el último año, según ha informado el diario 'The Star'.
"Hemos puesto Marsabit, Turkana y Mandera en etapa de alarma a causa de la devastadora sequía y estamos trabajando con los condados para dar apoyo a las familias afectadas", ha manifestado, antes de indicar que la Red de Seguridad ante el Hambre podrá actuar más fácilmente a raíz de esta decisión.
En este sentido, ha detallado que estos condados, además de Wajir, se han beneficiado de este respaldo en la primera fase de las operaciones, mientras que los de Garissa, Isiolo, Río Tana y Samburu lo harán a través de una expansión de la lista de condados afectados.
Wamalwa ha manifestado además que la entrega de efectivo por parte del programa en las zonas afectadas ha beneficiado hasta el momento a más de 100.000 familias vulnerables y ha agregado que las autoridades han iniciado los procedimientos para entregar agua a través de camiones cisterna.
Por su parte, el gobernador de Marsabit, Ali Mohamud, ha alertado de que la sequía ha afectado a la práctica totalidad de los condados en el norte de Kenia. "La sequía es grave y muchas familias tienen difícil obtener agua. Turkana, Mandera y Marsabit son los más afectados", ha lamentado.
Durante la jornada del lunes, varios líderes locales pidieron la intervención del Gobierno central, tras lo que el vicegobernador de Baringo, Jacob Chepkwony, destacó que la situación estaba empeorando por la plaga de langostas del desierto y la pandemia de coronavirus.
Joshua Changwony, residente en este condado, ha relatado en declaraciones concedidas al diario keniano 'The Standard' que la situación es complicada y que la falta de agua ha causado la muerte de cabezas de ganado, mientras que ha agregado que los niños podrían tener que abandonar las escuelas para trabajar y ayudar a sus familias.
"Pido al Gobierno nacional que nos apoye a través de todas las vías para poder salvar a nuestra gente", dijo el lunes el gobernador de Baringo, Stanley Kiptis, uno de los dirigentes locales que se unió a los llamamientos a las autoridades centrales para hacer frente a la crisis.