PEKÍN, 7 Jun. (Reuters/EP) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha expresado este martes sus dudas sobre la nueva ley sobre ONG extranjeras que aprobó en abril el Parlamento chino, si bien el Gobierno del gigante asiático ha negado que vaya a haber algún tipo de "obstrucción".
La ley deja a las ONG extranjeras bajo la vigilancia del Ministerio de Seguridad Pública, lo que permitirá que la Policía pueda vigilar las finanzas y el trabajo de estos grupos. La polémica iniciativa ha sido uno de los temas discutidos por representantes estadounidenses y chinos durante dos días de encuentros.
Kerry ha advertido de que la nueva ley podría afectar a la labor de grupos de asistencia médica que quieran realizar su labor en China, si bien el consejero de Estado del país asiático, Yang Jiechi, ha insistido en que aplicarán la reforma porque no supone "obstrucción" alguna.
Las conversaciones han estado centradas en temas económicos, y tanto Kerry como el secretario del Tesoro, Jack Lew, han reclamado una relajación de las trabas para las empresas extranjeras, derivadas en parte de la ley sobre ONG. Washington se queja de un entorno proteccionista que, según las empresas norteamericanas, favorece siempre a empresas locales.
Lew ha subrayado que "las preocupaciones sobre el clima de negocios han crecido en los últimos años, en los que las empresas extranjeras se enfrentan a una regulación cada vez más compleja". "Se preguntan si son bienvenidas en China", ha apostillado ante empresarios y autoridades de ambos países.
El secretario del Tesoro ha apelado a la "responsabilidad" de Washington y Pekín para tratar de aumentar la cooperación a todos los niveles, lo que pasaría también por una "competición sana" en términos empresariales y por un marco regulador marcado por la "previsibilidad" y la "transparencia".
Kerry ha asegurado que el presidente chino, Xi Jinping, ha garantizado que China quiere seguir "abierta" a inversiones y ha descartado que cualquier nueva ley pueda perjudicar la "capacidad" de las empresas para hacer negocios en el gigante asiático. "No podríamos haber expresado nuestras preocupaciones de forma más directa y contundente", ha añadido.