NAIROBI 22 Ago. (Reuters/EP) -
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha pedido este lunes que se tomen las medidas necesarias para "impulsar" el despliegue de tropas adicionales por parte de Naciones Unidas en Sudán del Sur y ha instado a los líderes africanos a que se comprometan en "palabra y obra" con el acuerdo de paz que se firmó el año pasado.
Tras un encuentro con el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, Kerry se ha reunido con los ministros de Exteriores de Kenia, Somalia, Sudán y Uganda para debatir las opciones existentes para que el proceso de paz en Sudán del Sur se retome.
"Tenemos que avanzar con el despliegue de una fuerza de protección regional, autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU, con el objetivo de formar parte del proceso de paz", ha dicho Kerry en una rueda de prensa celebrada en Nairobi.
La ministra de Exteriores keniana también ha asegurado que prefería que el despliegue se produjera "mejor pronto que tarde", aunque ha abogado por un despliegue gradual.
El Gobierno de Sudán del Sur, por su parte, mantiene la incógnita sobre la posición que adoptará, aunque en un principio rechazó el despliegue de 4.000 tropas adicionales de la ONU en Yuba, encargadas exclusivamente de mantener la paz en la capital. "Aún no la hemos rechazado ni aceptado. La soberanía del pueblo sursudanés se decidirá en el Parlamento", ha recalcado el portavoz presidencial, Ateny Wek.
El aumento de la violencia en el país ha alimentado el temor de volver a la guerra civil que estalló en 2013, que tuvo un carácter étnico y enfrentó al presidente, Salva Kiir, de etnia dinka, contra su entonces vicepresidente, Riek Machar, de etnia nuer.
Machar lideró una rebelión durante dos años hasta el acuerdo de paz que se firmó en agosto de 2015 y que permitió a Machar volver a Yuba y ejercer de vicepresidente hasta que, el mes pasado, la violencia reapareció y Kiir destituyó a Machar de la Vicepresidencia.
Uno de los principales asuntos que preocupa a Washington es el ataque a un hotel de Yuba del mes pasado, en el que murió un periodista estadounidense y violaron a múltiples civiles, incluidas cooperantes humanitarias. La ONU ha lanzado una investigación sobre las acusaciones de que los 'cascos azules' no hicieron nada para impedirlo.