WASHINGTON, 13 Ago. (Reuters/EP) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha expresado a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, su "profunda preocupación" por el repunte de la violencia en el este de Ucrania, insistiendo en la necesidad de respetar el alto el fuego.
Kerry y Lavrov han hablado por teléfono este jueves, tras varios días de intensos enfrentamientos en las regiones orientales de Donestk y Lugansk que hacen temer un empeoramiento del conflicto ucraniano, según ha informado el Departamento de Estado.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha manifestado "su profunda preocupación por el agudo aumento de los ataques de los separatistas en el este de Ucrania y ha urgido a un alto el fuego inmediato, así como a una aplicación íntegra de los acuerdos de Minsk".
El Gobierno de Petro Poroshenko denunció el lunes que los separatistas prorrusos habían lanzado los ataques más intensos contra las posiciones de las fuerzas de seguridad ucranianas desde la tregua de principio de año, dejando un saldo de tres muertos y 35 heridos.
El Ministerio de Exteriores ruso rechazó las acusaciones de Ucrania eludiendo cualquier culpa en el repunte de la violencia en el país vecino, al tiempo que "lamentó que "la retórica de Kiev aumente tan rápidamente".
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha considerado "alarmante" la situación en Ucrania y la UE ha pedido un "mayor ímpetu" en el diálogo para garantizar el cumplimiento de lo pactado el 12 de febrero en Minsk, que incluye un alto el fuego.
Más de 6.500 personas han muerto en el este de Ucrania desde abril de 2014, cuando el Gobierno ucraniano lanzó una "operación antiterrorista" para sofocar la rebelión separatista en Donestk y Lugansk, según datos de Naciones Unidas.
VISITA A MOSCÚ
Por otro lado, Kerry ha manifestado a Lavrov su preocupación por la visita a Moscú del jefe de las Fuerzas Quds --tropas de élite iraníes--, Qasem Soleimani, sobre el que pesa una prohibición de viaje impuesta por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en 2007.
Además, en esta conversación telefónica han abordado las diferentes soluciones políticas que Estados Unidos y Rusia barajan para la guerra civil en Siria, que suma ya más de cuatro años y ha dejado miles de muertos y millones de desplazados.