KIEV, 31 Ene. (Reuters/EP) -
Los Gobiernos de Ucrania y Rusia se han culpado mutuamente este martes de haber provocado los enfrentamientos registrados recientemente en el este de Ucrania, los cuales se han saldado con ocho muertos y han dejado a miles de civiles de la zona sin electricidad ni agua caliente.
El Ejército de Ucrania y los separatistas, apoyados por Rusia, se han acusado los unos a los otros de lanzar varias ofensivas en la localidad ucraniana de Avdiyivka, en el este del país, y romper así el acuerdo de alto el fuego firmado hace dos años en Minsk.
Al menos ocho militares ucranianos han muerto y 26 han resultado heridos durante los combates registrados este domingo, unas cifras que suponen la mayor pérdida sufrida por las tropas de Ucrania desde diciembre, según ha informado el Gobierno.
"La actual escalada de violencia en Donbás es un claro indicador de que Rusia continúa reticente a cumplir con lo establecido en los Acuerdos de Minsk y busca desestabilizar la situación", ha señalado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania a través de un comunicado.
A pesar de que los acuerdos de paz fueron firmados en 2015, la violación del alto el fuego se ha producido prácticamente de forma diaria. Los últimos enfrentamientos marcan una nueva escalada de violencia en la zona desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, accedió al cargo.
Las autoridades ucranianas han aseverado que las fuerzas de seguridad están preparándose para una posible evacuación de los 16.000 residentes de la zona, muchos de los cuales carecen de acceso a electricidad o agua potable desde que los separatistas atacaron varias infraestructuras.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha indicado que las autoridades ucranianas han puesto en marcha una serie de ataques contra los rebeldes prorrusos en Adviyivka.
"Esas acciones tan agresivas, apoyadas por las Fuerzas Armadas de Ucrania, socavan los intentos de reconocer los acuerdos de Minsk", ha afirmado Peskov, que ha acusado a las autoridades de Ucrania de organizar la ofensiva para distraer la atención de otros problemas a nivel nacional.
Más de 10.000 personas han muerto en los enfrentamientos desde el inicio del conflicto en abril de 2014. Tanto Ucrania como la OTAN han acusado al Kremlin de apoyar a los rebeldes mediante el suministro de armamento.