Policías ucranianos escoltan la estatua del héroe soviético Nikolai Vatutin (imagen de archivo). - SERG GLOVNY / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Alcaldía de Kiev ha retirado este jueves la estatua del comandante en jefe de la Unión Soviética Nikolai Vatutin, uno de los principales artífices en la liberación de la capital ucraniana de manos de los nazis durante la II Guerra Mundial, en consonancia con las políticas que tanto Ucrania como otros países han emprendido en contra de estos homenajes en represalia por la invasión rusa.
La retirada de esta estatua es la más simbólica de la campaña que Kiev está llevando a cabo para "desrusificar" la capital, tal y como ha definido el proceso el alcalde, Vitali Klitschko, que se completará con el cambio de nombre de una treintena de calles y plazas.
"Nos estamos deshaciendo de los nombres y símbolos soviéticos asociados con el país agresor. (...) Debemos eliminar y olvidar para siempre los antiguos nombres soviéticos y rusos. En cambio, deberíamos nombrar nuestras calles con los nombres de nuestros héroes", ha dicho tras aprobarse este jueves la medida.
La estatua de Vatutin ha sido retirada del parque Marinski y trasladada al Museo de la Aviación, donde ya espera la talla del piloto soviético Valery Chkalov, mientras que la plaza de la Victoria --que conmemora la victoria soviética frente a los nazis-- volverá a tener su nombre original plaza Galitska.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, Kiev, ha renombrado centenares de calles, plazas y otros espacios de la capital, liberada por los soviéticos el 6 de noviembre de 1943 tras algo más de dos años de ocupación de la Alemania nazi.
La retirada de monumentos y los cambios de nombre en el mobiliario y el callejero urbano de varias ciudades si bien han sido frecuentes desde la anexión rusa de Crimea en 2014 se han intensificado en el último año tras la invasión.
En solidaridad con Ucrania, que formó parte de la Unión Soviética hasta su independencia en 1991, otros países con pasado soviético, como los Estados bálticos, Polonia, e incluso Finlandia, también han llevado a cabo el desmantelamiento de este tipo de homenajes.