PRÍSTINA 14 Dic. (Reuters/EP) -
El Parlamento de Kosovo ha aprobado este lunes los presupuestos generales de 2016, a pesar de que los diputados de la oposición hayan lanzado nuevamente gas lacrimógeno en la Cámara.
El presupuesto de 1.670 millones de euros ha recibido el beneplácito de 78 diputados, después de que se le prohibiera a la oposición entrar a otra sala donde se ha llevado a cabo la votación. El plan de gasto del Gobierno para el próximo año tiene como objetivo un déficit del 2 por ciento del PIB y el crecimiento del 3,8 por ciento.
En las calles, cientos de partidarios de la oposición han arrojado botellas con pintura roja al edificio del Parlamento, en la capital, Prístina. Además, han lanzado piedras y cócteles molotov a los agentes de Policía, que han respondido con gas lacrimógeno.
No es la primera vez que los diputados contrarios al Gobierno han lanzado gas lacrimógeno en el Parlamento en señal de protesta, en la que se considera la peor crisis política de Kosovo desde que declaró su independencia de Serbia en 2008.
La oposición ha ido reuniendo partidarios en frecuentes protestas violentas contra un acuerdo negociado por la Unión Europea para ayudar a normalizar las relaciones entre Kosovo y Serbia. Este pacto otorga mayores poderes locales a los serbokosovares frente a la mayoría albanesa y la posibilidad de que las autoridades serbias los financien. Los diputados de la oposición tampoco ven con buenos ojos el acuerdo de delimitación de fronteras con Montenegro.
CONDENADO POR EEUU
El embajador de Estados Unidos, Greg Delawie, que se encontraba en la Asamblea, ha criticado el desorden, el cual se ha producido tras la visita de este mes del secretario de Estado estadounidense, John Herry, que condenó la ola de violencia.
"Estoy muy decepcionado de ver que algunos miembros del Parlamento han lanzado de nuevo gas lacrimógeno en la Asamblea", ha lamentado Delawie. Kerry "alentó a intentar mantener la violencia fuera de la Asamblea y es muy decepcionante que la gente no le oyera", ha añadido.
Kosovo se separó de Serbia en 1999 cuando la OTAN llevó a cabo 11 semanas de ataques aéreos para detener la matanza y la expulsión de la etnia albanesa por parte de las fuerzas serbias, que intentaban aplastar a la insurgencia de guerrilla. En 2008, proclamó unilateralmente su independencia y ha sido reconocido como país independiente por más de 100 estados, entre los que se incluyen las principales potencias occidentales.