El Gobierno advierte de que la declaración unilateral de independencia de la provincia carece de "base jurídica internacional" MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
España no reconocerá a Kosovo ni establecerá relaciones diplomáticas con el nuevo Estado al menos "a corto o medio plazo", informaron a Europa Press fuentes diplomáticas españolas, apenas unos días antes de que la provincia serbia declare unilateralmente su independencia, previsiblemente este domingo.
El Gobierno español advierte de que la declaración unilateral de independencia de Kosovo carece de "base jurídica internacional", aunque se trate de una independencia un tanto "sui géneris", reconocen las fuentes.
Y es que Kosovo no va a entrar en Naciones Unidas, no va a tener Ejército --las únicas tropas serán las de la OTAN-- y sus policías y jueces los aportará la UE. Esto es, más que un Estado independiente, Kosovo será una especie de protectorado.
Aun así, España se muestra "reticente", como ocurre con Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia, a reconocer la independencia unilateral de Kosovo, por lo que no establecerá relaciones diplomáticas con el nuevo Estado al menos "a corto o medio plazo", indicaron las fuentes.
España no tiene tradición de reconocimiento de Estados, sino que los reconoce de facto estableciendo relaciones diplomáticas a través de un intercambio de notas verbales. Es lo que ocurrió con Montenegro, con quien España estableció relaciones diplomáticas unas semanas después de su independencia.
Las fuentes distinguieron entre el caso de Montenegro y el de Kosovo, dado que el primero fue país, aunque por pocos años, a principios del siglo XX, y la Constitución de Serbia y Montenegro recogía el derecho a la autodeterminación de Montenegro.
El caso de Kosovo, subrayaron, "es único, no tiene precedentes en la historia de las relaciones diplomáticas" dado que se trata de "una provincia de un Estado miembro de Naciones Unidas que va a proclamar unilateralmente su independencia".
"Desde el punto de vista del derecho internacional --advierten-- no tenemos una base, porque no hay una resolución de Naciones Unidas", cuyo Consejo de Seguridad se encuentra hoy tan dividido con respecto a Kosovo como en su día lo estuvo con Irak.
Que España establezca o no en un futuro relaciones diplomáticas con Kosovo dependerá del número de países de toda la comunidad internacional que reconozcan al nuevo Estado. Particular atención merecerán las reacciones de Serbia, Rusia, Bosnia Herzegovina y el mundo árabe.
Si en unos meses hubiera una mayoría de países que han reconocido a Kosovo y se comprueba que en la región no se han producido conflictos, España podría establecer relaciones diplomáticas con este territorio.
La posición de la UE con respecto a la independencia unilateral de Kosovo se formalizará el lunes 18, en el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores, que reunirá a los ministros de Exteriores de los Veintisiete.
La UE está dividida entre aquellos países favorables a la independencia y los reticentes. Por ello, lo más probable es que de ese Consejo salga una escueta declaración en la que los Veintisiete tomen nota de la independencia unilateral de la provincia serbia y señalen que no es un precedente.
El reconocimiento de Kosovo como Estado independiente no vendrá de la UE, sino de cada país miembro a título individual. Algunos de ellos podrían anunciar el mismo lunes que están preparados para reconocer la independencia de Kosovo, como es el caso de Alemania, Dinamarca y Reino Unido.
Los países miembros dispuestos a reconocer a Kosovo rozan la veintena, aunque algunos de ellos precisan de una autorización parlamentaria para proceder a ello, como sucede en Bélgica o Italia.
En el tercer grupo de países contrarios a reconocer a un Kosovo que haya declarado unilateralmente su independencia se encuentra España. Chipre, sin duda, sería de los últimos países europeos que reconocería a Kosovo, si es que algún día lo hace.
CREACIÓN DE PRECEDENTES
Las fuentes resumieron la posición española sobre Kosovo como inspirada en tres principios, el respeto a la legalidad internacional, el apoyo a mantener la unidad de la UE y la garantía de estabilidad en los Balcanes, cuyo futuro está en la UE.
Aunque admitieron que la independencia de Kosovo pueda servir de precedente para la autoproclamada república turcochipriota o los territorios de Abjazia y Osetia del Sur en Georgia, rechazaron que pueda ser usado como argumento por los movimientos independentistas en el País Vasco y Cataluña.
Los casos mencionados, remarcaron, no son comparables a los independentismos en el País Vasco o Cataluña dado que España es "un viejo país con muchos siglos de historia detrás" y que, además, "está dentro de la UE".