Archivo - El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, durante un acto en San Petersburgo, Rusia (archivo) - Vladimir Smirnov/KREMLIN/dpa - Archivo
MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Kremlin ha declinado este jueves hacer comentarios sobre el ataque a martillazos sufrido el martes por el opositor Leonid Volkov, aliado del fallecido Alexei Navalni, en la capital de Lituania, Vilna, y ha recalcado que "no hay que temer" al presidente ruso, Vladimir Putin, tras las acusaciones contra el mandatario por su supuesta responsabilidad en la agresión.
"Estamos hablando de un incidente que tuvo lugar en Lituania. No podemos comentar, de modo alguno, lo que pasa a la gente en Lituania", ha manifestado el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, quien ha señalado que estas preguntas deberían ser "probablemente" hechas al Ministerio de Exteriores y a la Policía de Lituania.
Asimismo, ha subrayado que "no hay necesidad de tener miedo a Putin". "Putin debe ser respetado y debe ser escuchado", ha zanjado, después de que tanto Volkov como las autoridades lituanas hayan apuntado a una responsabilidad de las autoridades rusas en el ataque, en el que el opositor resultó herido, según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.
Volkov, jefe campaña de Navalni, afirmó tras la agresión --en el que sufrió diversas heridas en una pierna, un brazo y la cara-- que "obviamente fue el típico saludo gansteril por parte de Putin". "Continuaremos nuestro trabajo. No nos rendiremos", agregó, a través de un vídeo publicado en su cuenta en Telegram.
Posteriormente, los servicios de Inteligencia de Lituania consideraron "probable" que las autoridades rusas orquestaran el ataque y lo vincularon con un intento "para frenar la implantación de proyectos opositores con vistas a las próximas elecciones presidenciales, no democráticas".
El suceso tuvo lugar cerca de un mes después de la muerte de Navalni en una prisión en el ártico ruso en la que cumplía sendas condenas por corrupción y extremismo. Los aliados del opositor han acusado directamente a Putin de su muerte, algo que han hecho también diversos países occidentales.