MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí ha tildado este martes de "inaceptables" los bombardeos ejecutados durante la jornada por Turquía en su territorio, en los que han muerto cinco peshmerga.
Turquía ha asegurado haber matado a 70 milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en ataques aéreos en el norte de Irak y el noreste de Siria, si bien las autoridades del Kurdistán iraquí han afirmado que entre los muertos hay cinco peshmerga.
El resto de muertos en los ataques son miembros del PKK y algunos grupos afiliados al partido-milicia, así como de las Unidades de Protección Popular (YPG), brazo armado del principal partido kurdo en Siria.
"El martirio y las heridas sufridas por los peshmerga son algo triste, y el bombardeo de aviones de guerra turcos contra ellos es inaceptable", ha dicho el Ministerio para los Peshmerga.
En su comunicado, ha resaltado además que "todos los problemas se deben a la presencia del PKK en la zona, que ha sido un dolor de cabeza para la gente de la región y la región del Kurdistán".
Por ello, ha vuelto a pedir al PKK que "retire a sus fuerzas del monte Sinyal y que no cause más inestabilidad ni profundice los problemas en la región para permitir que la gente retome su vida", según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.
Sinyar ha sido escenario en los últimos meses de tensiones entre el PKK y las autoridades del Kurdistán iraquí y el Gobierno central, que han reclamado en varias ocasiones al grupo y a su brazo armado --las Fuerzas de Defensa Popular (HPG)-- que se retiren de la zona.
La presencia de las HPG en Sinyar ha sido foco de tensión especialmente desde que el primer ministro del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, reclamara en diciembre su retirada de la ciudad, amenazando con hacer uso de la fuerza.
En respuesta, el brazo armado del PKK rechazó las amenazas, reiterando que permanecería en la ciudad para proteger a la minoría yazidí de posibles ataques del grupo yihadista Estado Islámico.
El grupo yihadista se hizo con el control de la ciudad, en la que residía una importante comunidad yazidí, en agosto de 2014, siendo liberada en noviembre de 2015 por una coalición de fuerzas kurdas, entre ellas los peshmerga y el PKK.
Por su parte, el Gobierno de Irak ha expresado su rechazo a la presencia del PKK en la ciudad, recalcando que "no permitirá que ninguna parte interfiera en los asuntos internos de Irak".
Las tensiones llegaron a su punto culminante a principios de marzo, con la muerte de cinco combatientes en enfrentamientos entre los Peshmerga de Rojava y las Unidades de Resistencia de Sinyar (YBS) --vinculadas al PKK--.